La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, liderados por Rusia, conforman el grupo conocido como OPEP+, ha decidido reducir la oferta de petróleo en 2 millones de barriles diarios a partir de noviembre con respecto a la cota alcanzada en agosto. Ha justificado la decisión por la «incertidumbre en las perspectivas económicas y en el mercado petrolero mundial» y en la necesidad de «mejorar la orientación a largo plazo» del mercado de petróleo. Asimismo, ha señalado que la decisión se toma en línea con «el exitoso enfoque de ser proactivo y preventivo» que han adoptado los países de la OPEP+.
Los países del grupo bombearán en noviembre un total de 41,856 millones de barriles diarios, frente a los 43,856 millones de agosto, incluyendo un aporte de 25,416 mb/d por parte de la OPEP, frente a los 26,689 mb/d anteriores, mientras que los países ajenos a la organización producirán 16,440 mb/d. La mayor reducción la aplicarán Arabia Saudí y Rusia que extraerán respectivamente 10,478 millones de barriles de crudo al día, frente a la cuota de 11,004 mb/d pactada anteriormente, lo que implica un ajuste a la baja de 526.000 barriles diarios cada uno.
Varios analistas consultados por Reuters consideran que la reducción no será tan importante como la anunciada, ya que algunos países como Nigeria o Angola han tenido problemas para extraer toda la cuota que les correspondía. En cualquier caso, el anuncio impulsó ayer el precio del Brent en Europa hasta los 93,35 dólares, un 1,7% más. El precio del Texas también subió un 1,4% hasta los 87,74 dólares. Este es quizás el principal efecto que buscan con la medida: reducir la oferta para mantener los precios altos a pesar de la caída de la demanda que todos los analistas auguran a causa de la recesión en ciernes.
Presiones estadounidenses
EEUU ha estado presionando los últimos días a los países de la OPEP para que no recortaran la extracción de petróleo, pero han hecho caso omiso a las advertencias estadounidenses. El secretario de Estado, Anthony Blinken, de visita en Chile, ha señalado que habían «sido claros» sobre la necesidad de que la oferta cubra la demanda de energía y que habían «hecho llegar su posición» a los miembros de los OPEP.
Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha calificado de «innecesaria» la decisión y consideró que es una medida «cortoplacista». Ha dicho que repercutirá de forma negativa en los países con ingresos bajos y medianos, argumento que se ha convertido en habitual últimamente. Lo que no ha comentado es que Washington está interesado en mantener los precios bajos para privar a Rusia de mayores ingresos por la venta de crudo. De la misma forma que unos bajos precios de los carburantes le permitirán apuntarse el tanto de cara a las elecciones de medio mandato que afrontará a principios de noviembre.
Blinken ha apuntado que a pesar de la OPEP no ha atendido su demanda seguirán trabajando para «estabilizar la oferta» de energía y para ello ha anunciado que aumentarán su producción en 500.000 barriles diarios. Por otro lado, tras el anuncio de la OPEP+, el Departamento de Energía de EEUU ha anunciado que sacará al mercado otros 10 millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo. No es la primera vez que libera parte de esas reservas para mantener los precios bajos. De hecho, a principios de año, la reserva estratégica de EEUU contaba con 593,38 millones de barriles. Al final de la semana del 23 de septiembre el registro de crudo era de 422,58 millones de barriles.
Asimismo, desde la Administración estadounidense insinuaron que podían volver a impulsar la ley conocida como NOPEC Bill. Un proyecto de ley que lleva desde 2007 en el Congreso y que está diseñado para poder actuar contra las compañías petroleras nacionales de los países de la OPEP aplicando las leyes antimonopolio de EEUU. Hasta ahora el lobby del petróleo ha impedido que progresara.