Aunque no se ha tomado una decisión y sus organizadores explorar las distintas soluciones, la información que firma Iker Lagrenade en Mediabask no deja lugar a dudas sobre el impacto en Euskal Herria de la decisión de restringir los eventos con motivo de los Juegos Olímpicos de París.

Faltaba por concretar la incidencia a escala local de la decisión hecha pública a media semana por Gérald Darmanin, que evocó, el pasado martes, en el Senado francés la eventual suspensión o traslado a otras fechas de eventos programados coincidiendo con las fechas de la Olimpiada.

Justificó esa decisión por motivos de seguridad, ya que las unidades móviles de los diferentes cuerpos de seguridad deberán centrarse en garantizar el buen desarrollo de los Juegos.

Escudriñando el calendario

En los últimos años, las autoridades labortanas han optado por situar las fiestas a las puertas de agosto, para evitar el exceso de visitantes que acarrea el mes vacacional por excelencia.

Sin embargo, esa opción no se podrá materializar en 2024, porque las fiestas, que atraen a centenares de miles de visitantes, se solaparían con los Juegos de París, programados entre el 26 de julio y el 4 de agosto de 2024.

Aunque la edición festiva de 2024 estaba planteada entre el 24 y el 28 de julio, los Juegos reclaman «efectivos como las compañías de CRS que vienen a Fiestas de Baiona», por lo que «no podemos organizar los festejos en esas fechas», confirma a Mediabask el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Baiona, Yves Ugalde, que, en todo caso, envía un mensaje de tranquilidad a los actores de la fiesta.

Ahora mismo, los organizadores escrutan el calendario en búsqueda de alternativas porque, de momento, «no nos planteamos renunciar a las fiestas, sino buscar una solución para que se puedan celebrar en otras fechas», asegura Ugalde.