El resultado de las elecciones en Israel, todavía provisional, apunta a un escenario en el que Benjamin Netanyahu retornará al poder. Por si esto no fuera poco, lo hará apoyándose en el partido Sionismo Religioso, una formación de extrema derecha que ha experimentado un importante crecimiento en la Knesset.

El partido está liderado por dos colonos que viven en los ilegales asentamientos sionistas en la ocupada Cisjordania y sus planteamientos defienden la anexión de estos territorios y la expulsión de los mismos de los palestinos que viven en ellas. Y aún más. Defienden sin disimulo que se deporte a los países vecinos a la llamada minoría árabe de Israel, la población palestina que es descendiente de aquellos que no abandonaron sus hogares tras la creación del Estado de Israel en 1948, la Naqba desde la óptica palestina.

Uno de estos dos líderes, Itamar Ben Gvir, no oculta sus características de supremacista judío, más allá del estándar israelí. Sus posiciones serían equiparables a las de la extrema derecha de Europa o de EEUU. A la más extrema de las extremas derechas. Más allá de la que ya puede representar Netanyahu.

Ben Gvir, nacido en Jerusalén hijo de judíos sefardíes originarios de Irak y Kurdistán, se reconoce seguidor de Meir Kahane, un rabino neoyorquino ultraderechista que también ocupó un escaño en la Knesset. Aunque es cierto que Ben Gvir ha tratado últimamente de moderar su discurso, no reniega de Kahane.

Colono de Kiryat Arba

La colonia sionista en la que habita Ben Gvir es Kiryat Arba, situada en las inmediaciones de Hebrón y considerada como una de las más radicales de todas. De hecho, el principal parque de Kiryat Arba homenajea a Kahane. En este reportaje de Karlos Zurutuza en ‘ZAZPIKA’ se narra el día a día en esta colonia.

Kahane impulsó en EEUU la Liga de Defensa Judía, que protagonizó una campaña de bombas. En 1971 fue condenado por incumplir la Ley de Armas de Fuego de EEUU. Posteriormente, emigró a Israel, realizó la aliyah, según la terminología sionista, como consta en su biografía en la web de la Knesset.

En Israel fundó el Kach, que impulsó una campaña contra la minoría negra judía. Pero el foco de Kahane se fijó pronto contra los palestinos, tanto los de los Territorios Ocupados como los de los Territorios de 1948.

La visibilidad de los seguidores de Kahane aumentó cuando se negaron a evacuar sus colonias en el Sinaí tras los acuerdos de Camp David en 1982, llegando incluso a amenazar con suicidarse. En virtud de los mismos, Israel debía devolver estas tierras a Egipto.

El Comité Electoral de Israel vetó la participación de Kach en las elecciones a la Knesset de 1984 tras abogar directamente por la expulsión de todos los ciudadanos árabes y drusos de Israel. Sin embargo, recurrió al Tribunal Supremo, que levantó el veto argumentando que la ley israelí no permitía prohibir una formación por tener posiciones racistas. Finalmente, Kahane logró su escaño.

«La primera intervención de Kahane en la Knesset fue reclamar que se expulsara a todos los palestinos de los Territorios de 1948 y también de los ocupados»

Como era de esperar, sus iniciativas parlamentarias estuvieron marcadas por su racismo antiárabe. Su primera declaración en la Cámara fue que no apoyaría a ningún partido que no defendiera la expulsión de todos los palestinos de los Territorios de 1948 y también de los ocupados. Asimismo, defendió la revocación de la ciudadanía israelí para los no judíos y la prohibición de las relaciones sexuales entre personas judías y no judías.

Cuando Kahane intervenía en la Knesset lo hacía solo, debido al boicot del resto de los partidos en una especie de cordón sanitario. Solo se quedaban en el hemiciclo el presidente de la Cámara y un taquígrafo. Previamente había mostrado una soga con un nudo corredizo a un parlamentario palestino, por lo que fue expulsado de la sesión. Ahora, en cambio, sus seguidores serán la tercera fuerza en la Knesset y sus posiciones marcarán la agenda del Gobierno israelí. El cambio es ilustrativo de la evolución de la sociedad israelí desde la década de 1980.

Finalmente, no se permitió participar a Kach en las elecciones de 1988, en las que las encuestas les auguraban un importante crecimiento.

Durante una gira por EEUU para impulsar la emigración de judíos estadounidenses a Israel, Kahane sufrió un atentado y falleció en 1990.

La matanza de Goldstein

Cuatro años después, Baruch Goldstein, seguidor de Kahane y, como él, nacido en Nueva York, protagonizó una matanza de palestinos en la Tumba de los Patriarcas de Hebrón. Mató a 29 musulmanes e hirió a más 120 en un lugar que es sagrado también para judíos y cristianos. Cuando se le acabaron las granadas y los cargadores de los fusiles M-16 que llevaba fue linchado por los supervivientes.

La tumba de Goldstein ocupa un lugar destacado en el parque Kahane de la colonia sionista de Kiryat Arba y suele ser lugar de peregrinaje en la fiesta judía del Purim, en la que llevó a cabo su matanza.

Tras la acción de Goldstein, Kach fue ilegalizado y actualmente está considerado como «organización terrorista» por EEUU, la UE, Japón y Canadá, además de la propia Israel. Sin embargo, sus herederos han logrado ser el báculo que Netanyahu necesitaba para volver al poder.