Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

'Sin novedad en el frente', regreso al infierno de barro y caos de Remarque

El cineasta Edward Berger ha plasmado con crudeza el horror, caos y desencanto que Erich Maria Remarque rememoró en 'Sin novedad en el frente', su novela referencial y antimilitarista en la que recordó sus propias vivencias en las trincheras de la primera guerra mundial.

«Soy joven, tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación, el miedo, la muerte y el tránsito de una existencia llena de la más absurda superficialidad a un abismo de dolor. Veo a los pueblos lanzarse unos contra otros y matarse sin rechistar, ignorantes, enloquecidos, dóciles, inocentes. Veo a los más ilustres cerebros del mundo inventar armas y frases para hacer posible todo eso durante más tiempo y con más refinamiento. El desasosiego se convertía en irrremediable herida y la masacre de las trincheras se transformaba en masacre de las conciencias». Este testimonio lo encontramos entre las páginas de 'Sin novedad en el frente', la obra cumbre de Erich Maria Remarque que figura como una de las referencias del antimilitarismo literario.

Obligado a abandonar sus estudios cuando solo contaba dieciocho años de edad, el futuro escritor fue enviado al frente de batalla dos años después del inicio de la primera guerra mundial en 1914, donde luchó hasta el término de la contienda.

En 1918, al ser desmovilizado tras el final de la guerra, Remarque tenía veinte años y era uno de los tantos jóvenes de la generación que, como él mismo escribió, «había sido destruida por la guerra y, no obstante, había logrado escapar de la metralla».

De semejante experiencia traumática, extrajo los mimbres auobiográficos para publicar en 1929 'Sin novedad en el frente', un primer volumen que daría paso a la llamada 'Trilogía de la Primera Guerra Mundial' del autor y que se compone de la ya mencionada 'Sin novedad en el frente' y que se completó con 'El camino de regreso' (1931) y 'Los tres camaradas' (1936).

Si en la primera narró, desde el punto de vista del personaje Paul Bäumer, el destino de un grupo de soldados durante la guerra, las otras dos, con diferentes narradores, nos mostró qué significó para aquellos soldados volver de la guerra e intentar reconstruir sus vidas en una Alemania de posguerra arruinada, una Alemania donde económica, social y políticamente había cambiado todo y donde también todo el mundo, habiendo estado en el frente o no, había sufrido las consecuencias de la guerra.

El horror de Remarque en sus adaptaciones fílmicas

En 1930, Lewis Milestone adaptó por primera vez al medio cinematográfico 'Sin novedad en el frente'. A través de los pasajes vividos por el propio Remarque, el filme nos adentró en el dramático periplo de un grupo de combatientes, desde su instrucción hasta el armisticio, y legó para la posteridad la célebre escena del veterano combatiente que en un intento por capturar una mariposa, abandona su trinchera y es abatido por las balas enemigas.

Según explicó el historiador cinematográfico Roman Gubern, «su proyección en los cines de Berlín produjo manifestaciones de protesta, las cuales degeneraron en choques entre los nazis –que pedían su prohibición– y los comunistas –que la defendían{. Finalmente, fue prohibida en Alemania. Fue una de las mejores contribuciones al cine de intención pacifista».

En 1979 y coincidiendo con el 50º aniversario de la publicación del original literario, Delbert Mann rodó una nueva versión destinada a la pequeña pantalla, protagonizada por Ernest Borgnine, Richard Thomas, Donald Pleasence, Ian Holm y Patricia Neal que se alzó con el Globo de Oro a la Mejor película para televisión.

Ahora, Netflix ha sumado a su catalogo una nueva adaptación que, al contrario de las anteriores, ha sido dirigida y protaognizada por alemanes. En esta ocasión, Felix Kammerer se mete en la piel del soldado Paul Bäumer que no dudó en enrolarse con entusiasmo en su descenso al infierno, principalmente movido por la propaganda belicista y los sueños de gloria y honor.

Según explicó su director, Edward Berger, «cuando se trata de ambas guerras mundiales, como alemán no hay nada de qué enorgullecerse en esa parte de la historia. Solo hay culpa, terror, horror y un profundo sentido de responsabilidad con el pasado».

Berger utiliza en su adaptación dos momentos claves en la historia: el primero es el uso de la propaganda que atrae a jóvenes para ser simple carne de cañón en un conflicto y la capitulación alemana, que significó una vergüenza nacional tal que fue empleada por el nazismo para la Segunda Guerra Mundial.

Sobre ello, el cineasta recordó que «soy consciente del auge vivido por ciertos movimientos nacionalistas, sumado ello al ascenso de Trump y el Brexit y la extrema derecha en Hungría e Italia, es importante recordar que hace cien años todo esto nos llevó a una catástrofe».

Unánimemente saludada por la crítica, esta nueva versión de 'Sin novedad en el frente', que opta a los Óscar representando a Alemania, plasma con crudeza todo el horror de las trincheras en un contexto de caos y barro que tiene como objetivo subrayar los pasajes inmortalizados por Remarque.