El Departamento de Seguridad de Yucatán ha confirmado el arresto de dos personas en relación a la muerte de «dos ciudadanos franceses» ocurrida en la localidad de Valladolid.

Aunque, sin citar sus nombres, esa institución alude así a la pareja labortana formada por Michel Amado (57 años) y Assya Madjour (50 años), cuyos cuerpos aparecieron el mes pasado, enterrados en el hotel de la localidad mexicana de Valladolid donde rehabilitaban un hotel.

Según informa ‘Diario de Yucatán’, las detenciones se produjeron como consecuencia de una investigación policial que se extendió a varios estados mexicanos.

De hecho, esos dos hombres, de 34 et 41 años de edad, fueron arrestados enel centro del país norteamericano, exactamente en los estados de Guanajuato y Queretaro.

Aunque la pareja estaba establecida en la localidad yucatana de Valladolid los primeros indicios que alertaron a la familia de que algo extraño ocurría se situaban en el sureño estado de Chiapas.

Un familiar recibió un mensaje, a finales de agosto, por el que la pareja informaba de que se había desplazado a un centro espiritual de San Bartolomé de las Casas para pasar unos días de descanso, y al no poder contactar con el matrimonio dio la voz de alarma.

El Departamento de Seguridad de Yucatán asegura en su comunicado que los detenidos habrían utilizado el móvil de la pareja para hacer creer a sus familiares que se encontraban de vacaciones en Chiapas.

Oficialmente, las autoridades mexicanas trataron el caso de Madjour y Amado como una desaparición a partir de mediados de septiembre.

Fuentes familiares confirmaron que, tras vender varios inmuebles en la Riviera Maya, la pareja tenía intención de abrir dos hoteles en Valladolid (Yucatán), donde están establecidos. Amado llevaba en México más de una década y su pareja se estableció junto a él hace unos dos años.

En uno de esos hoteles que regentaba, el Catrina de Candelaria, que la pareja estaba rehabilitando, aparecieron precisamente los cuerpos de Madjour y Amado que, según informó ‘Yucatán Ahora’, estaban enterrados en el exterior del establecimiento hostelero.