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La acusación particular cree que hay pruebas suficientes contra la acusada del crimen de Castro

La abogada de la acusación particular del crimen del cráneo de Castro Urdiales considera que existen pruebas «más que suficientes» contra Carmen Merino como autora de un delito de asesinato con alevosía con la agravante de parentesco. La acusada se ha negado a declarar a fiscal y acusación.

Imagen de Carmen Merino, acusada de dar muerte a su pareja en Castro Urdiales.
Imagen de Carmen Merino, acusada de dar muerte a su pareja en Castro Urdiales. (EUROPA PRESS)

La abogada de la acusación particular del crimen de Castro Urdiales, que ejercen los hijos de la víctima, el jubilado vasco de 67 años Jesús María Baranda, considera que existen pruebas «más que suficientes» contra Carmen Merino como autora de un delito de asesinato con alevosía con la agravante de parentesco.

Así lo ha señalado la abogada, Ana Quintana, antes de entrar al juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Cantabria con la declaración de la acusada, para la que pide prisión permanente revisable y, con carácter subsidiario, la pena de 25 años de prisión.

«Esperamos una sentencia condenatoria», ha recalcado Quintana a preguntas de los medios de comunicación, reiterando que, aunque la procesada niega los hechos, «hay pruebas más que suficientes para una sentencia condenatoria».

Por su parte, la acusada de matar a su pareja en Castro Urdiales, Carmen Merino, solo ha declarado ante su abogado y respondido al jurado, pero no a la Fiscalía ni a la acusación particular. «No confío absolutamente nada en ellos», ha dicho como explicación.

Al respecto, la procesada ha señalado que la actuación del fiscal y acusación particular, que ejercen los hijos de la víctima, en estos tres años que ha durado el proceso «no me permiten confiar en ellos».

Dos semanas de juicio

Tras constituirse el jurado popular el pasado viernes, el juicio por el ‘cráneo de Castro’ ha seguido este lunes con las cuestiones previas y la declaración de la acusada de decapitar a su pareja en Castro Urdiales.

Está previsto que el juicio se prolongue durante diez jornadas más programadas a lo largo de dos semanas, hasta el viernes 18, cuando se llevará a cabo la deliberación y el veredicto del jurado, que está conformado por un hombre y ocho mujeres más dos suplentes.

La cabeza del hombre apareció hace tres años dentro de una caja que la sospechosa, natural de Sevilla y que llevaba varios años conviviendo con la víctima en la localidad cántabra, había entregado, meses atrás, a una amiga suya para que se la guardase.

El juicio se desarrolla, en medio de una gran expectación, en la Sección Tercera de la Audiencia, donde esta mañana ha llegado la acusada escoltada pero sin esposar. Al inicio, se ha planteado una cuestión previa relativa a la petición de la defensa de que se aislara al jurado durante las sesiones, que se ha desestimado.

La defensa también ha reclamado que el juicio se celebrara a puerta cerrada, a lo que se ha opuesto la Fiscalía y posteriormente el jurado, tras deliberar.

El jurado y el plenario están presididos por el a su vez presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, el magistrado Agustín Alonso, y se celebra más de tres años después del hallazgo, que tuvo lugar en septiembre de 2019.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran a la acusada autora de un delito de asesinato con alevosía (imposibilidad de defensa) y con la circunstancia agravante de parentesco.

El fiscal pide para la mujer una condena de 25 años de cárcel con inhabilitación absoluta durante todo ese tiempo, mientras que la acusación particular opta por la prisión permanente revisable, y subsidiariamente la solicitada por el ministerio público.

Además, la Fiscalía solicita que indemnice a los dos hijos, el hermano y el primo del decapitado con 20.000 euros para cada uno por el daño moral, mientras que la acusación pide 35.000 euros para cada uno de los hijos.

Por el contrario, la defensa sostiene que la acusada es inocente y reclama la libre absolución, sin que proceda indemnización alguna.