El Parlamento de Nafarroa celebra este jueves y viernes el último debate de la legislatura sobre el estado de la Comunidad. El pleno ha comenzado con la exposición de la presidenta del Gobierno, María Chivite, que ha dedicado su exposición inicial a repasar la acción de su Ejecutivo en un período marcado por el «impacto de la subida de precios» y la necesidad de «acelerar la transformación del modelo energético y productivo» en el marco de unas coordenadas «sostenibles» que aseguren «certidumbre y estabilidad». Ha insistido en la «buena situación» de Nafarroa, «a pesar de los momentos difíciles».
Tras reivindicar que su Gobierno en minoría «con diálogo y acuerdo» ha sido capaz de sacar adelante presupuestos e importantes iniciativas, remarcando que «eso se llama mayoría social», la lehendakari ha destacado que han cumplido «el 90%» del acuerdo programático firmado por el PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E al inicio de la legislatura. «Este camino empezado hace tres años tiene que ser el inicio de una carrera de fondo», ha señalado con un primer mensaje de cara a las elecciones de mayo. «La legislatura del acuerdo y el consenso», ha apuntado en relación a un mandato en el que el PSN le ha perdido el miedo a negociar y acordar con EH Bildu. En resumen, está satisfecha y la fórmula le vale para los próximos cuatro años.
A partir de ahí, Chivite se ha dedicado durante más de hora y media a enumerar lo que ha definido como «hitos» de la legislatura. «Avances en convivencia, en derechos, en infraestructura y en tejido industrial», ha destacado. Asimismo, ha enumerado «el trabajo de prevención» contra incendios forestales, el desarrollo de la Ley de Policías, un «histórico proceso de fijación de empleo público», plan de igualdad, recuperación del turismo marcado por el covid-19, los traspasos de competencias de la sanidad penitenciaria y el IMV «tras más de 20 años de autogobierno estancado», y ha mostrado, por enésima vez, «el deseo» de su Ejecutivo de completar el traspaso de la competencia de tráfico «antes de que acabe la legislatura».
«Como presidenta de Navarra reivindico y reclamo unidad. Unidad en nuestras certezas como comunidad, unidad en lo esencial», ha dicho, y ha señalado que la oposición «no debe perder la pista de lo común, de lo que nos une», por lo que ha instado a Navarra Suma a que «vuelva a la institucionalidad que tuvo en otros momentos».
Así, Chivite, que ha reconocido que «en algunos temas nuestro margen de actuación es muy acotado», ha explicado que Nafarroa no puede legislar «sobre política monetaria, por ejemplo, pero sí podemos analizar cómo esas políticas y decisiones que nos trascienden repercuten en la vida cotidiana de los navarros y navarras y de las empresas». En ese camino le ha entregado especial importancia a los fondos europeos Next Generation.
Infraestructuras, sanidad, educación...
En ese recorrido que ha realizado por los puntos fuertes de los últimos años ha presentado como un «éxito» de la legislatura la actualización de la Ley del Convenio Económico y el «récord» de afiliados a la Seguridad Social, junto a diversas medidas fiscales tomadas a lo largo de estos tres años. «Suponen casi 200 millones de euros», ha subrayado.
El canal de Navarra, que este año ha visto cómo se ha dado inicio a los trabajos de su segunda fase, también ha ocupado un espacio relevante en la legislatura: «El agua siempre ha sido un bien de primera necesidad. Con el cambio climático se convierte en una de nuestras prioridades». En la misma línea ha presentado «un nuevo sistema de financiación para la mejora de carreteras» y los trabajos realizados en la N-121, así como los previstos en los túneles Belate para 2023. «Nuestro reto es seguir impulsando la llegada del TAV a nuestra comunidad», con la licitación de nuevas obras, ha añadido en ese bloque.
También ha puesto en valor un nuevo modelo de financiación municipal, así como «el esfuerzo» realizado en sanidad. «Hemos convocado más plazas fijas en tres años que en los 10 años anteriores» y ha afirmado que presentarán el nuevo plan de salud pública antes de que termine el año.
En educación, asimismo, ha destacado que «tras la vuelta a la normalidad» post-covid el objetivo ha sido «recuperar el carácter vertebrador de la educación pública». Del mismo modo ha destacado «avances» en memoria «necesarios en una materia imprescindible». Igualmente ha mencionado que todavía tienen pendiente de aprobación el Plan Estratégico del Euskara.
Chivite ha terminado como ha empezado, poniendo en valor los acuerdos alcanzados con sus socios de Gobierno y EH Bildu y aislando a Navarra Suma: «Los predicadores del apocalipsis pueden seguir envueltos en su mantra que la realidad ya se encarga de desmentirles».
Toma de posición
Navarra Suma cuenta con que esos acuerdos normalizados con EH Bildu pasen factura al PSN a favor de la derecha, que todavía no ha aclarado cómo se presentará a las elecciones. Y en ese sentido ha enfocado su discurso su portavoz, Javier Esparza, que, además de enumerar las promesas no cumplidas, ha dedicado buena parte de su intervención, desde la primera palabra, a acusar al Gobierno de Chivite de «blanquear» a la coalición soberanista. «Yo sí que le he tendido la mano, pero usted siempre nos ha dicho que no, porque no quería desprenderse de EH Bildu».
Bakartxo Ruiz, parlamentaria de EH Bildu, que ha remarcado que la situación navarra no se puede entender sin los problemas globales como el covid-19, la guerra en Ucrania o el cambio climático, ha pedido «medidas estructurales». Ruiz le ha reclamado al Gobierno navarro, «además de palabras, más recursos» en servicios públicos como la sanidad, uno de los incumplimientos de los acuerdos, así como en empleo.
Ha aplaudido los «pasos» en educación y en vivienda, pero ha subrayado que «no está garantizado el derecho subjetivo» a una vivienda por parte de todas las personas, insistiendo en la necesidad de ampliar el parque de viviendas sociales y poner un tope al alquiler o «la chapuza del PAI que va a poner patas arriba todo el sistema educativo». Del mismo modo, ha constatado «falta de ambición» en las reformas fiscales. Frente a ello, ha reconocido los «acuerdos entre modelos políticos diferentes» logrados en los últimos años, en los que, entre otras cosas, se han aprobado cuatro presupuestos. «No es una casualidad».
Y en esa mirada al futuro ha coincidido Uxue Barkos, representante de Geroa Bai, que ha apostado por «apuntalar en una segunda legislatura el cambio iniciado». Barkos ha dedicado parte de su intervención a las listas de espera sanitarias, que en Nafarroa «han traspasado el límite de lo aceptable», por lo que su reducción «debe ser el objetivo político prioritario». Ha sido crítica con la política lingüística y «el temor» del Ejecutivo a «defender» el autogobierno.
El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha demandado al Gobierno respuestas fiscales estructurales para «garantizar una vida digna mínima a toda la ciudadanía» y un Impuesto de Sociedades que «mejore su progresividad interna».
Marisa de Simón, de I-E, ha replicado algunos de los «avances» de la legislatura, pero ha apuntado que «no pueden aprobar» el trabajo realizado. La portavoz ha criticado «las muchas» promesas que quedan por cumplir en relación con el acuerdo alcanzado tras las elecciones de 2019. «Tienen ocho meses para cumplir. Y tienen ocho meses para ir mucho más allá, porque hay que ir mucho más allá».