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El tatuador de Donostia condenado por agredir sexualmente a clientas recurrirá el fallo

La defensa del tatuador de Donostia condenado a nueve años de cárcel por distintos delitos de índole sexual recurrirá la sentencia tras la entrada en vigor de la ley del «solo sí es sí». También recurrirá la de otro hombre condenado por agredir sexualmente a su expareja en la capital guipuzcoana.

El tatuador, en el banquillo en la primera sesión del juicio. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)
El tatuador, en el banquillo en la primera sesión del juicio. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

El tatuador de Donostia que se encuentra encarcelado en la prisión de Iruñea tras ser condenado por distintos delitos de índole sexual recurrirá su condena de nueve años de cárcel, aprovechando la entrada en vigor de la nueva Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la ley del «solo sí es sí». .

Así lo ha comunicado a Efe su letrada, Cristina Morcillo Buj, quien ha avanzado también su intención de recurrir, entre otros casos, el de otro hombre condenado por agredir sexualmente a su expareja en Donostia. Le impusieron una pena de nueve años y tres meses de cárcel.

Estos dos recursos se unen al presentado por la defensa de un hombre condenado por la Audiencia de Gipuzkoa por violar a una menor de 16 años durante las fiestas de San Pelayo de 2017 en Zarautz. Según han informado a Efe fuentes de procedimiento, la Fiscalía se ha opuesto al recurso.

Además, el abogado de ‘La Manada’, Agustín Martínez, ha anunciado que trabaja en la presentación de un recurso para solicitar una revisión a la baja de la pena para uno de sus representados, condenado por el Tribunal Supremo español a 15 años de prisión por un delito continuado de violación con las agravantes específicas de trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas.

El tatuador acumula once delitos

Cabe recordar que el tatuador donostiarra fue condenado en febrero de 2020 por un Juzgado de lo Penal, que lo consideró responsable de tres delitos de agresión sexual, seis de abuso sexual, uno de acoso y otro de coacciones leves.

Los hechos sucedieron entre 2014 y 2018, y fueron descubiertos cuando, el 30 de enero de este último año, una de las clientas desveló en internet que había sufrido abusos por parte del tatuador, lo que dio pie a una serie de denuncias en cascada por parte de otras mujeres.