Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Inercias

Los avances en materia de presos se han dado gracias a 100.000 personas en Bilbo, a miles en Hatortxu o a la comida popular de tu barrio

Hatortxu organizó una edición especial este mismo verano.
Hatortxu organizó una edición especial este mismo verano. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Cuando lo extraordinario se repite tendemos a restarle valor. Ya sean las cifras que llegan desde Ucrania, el enésimo récord batido por el precio de la cesta de la compra o, como es el caso, la organización de un festival solidario como Hatortxu Rock.

En diciembre de 2022 nos volvemos a presentar, por 27ª vez, con un festival que debería ser historia. Historia por lo logrado y, sobre todo, historia por ser pasado. Gracias a la labor de cientos de personas voluntarias se convirtió en el mayor festival de música de Nafarroa, colgando, año tras año, el cartel de «no hay entradas». Ello con el carácter reivindicativo del festival por bandera. Lo que parecía fruto de una inercia positiva era, en realidad, resultado del trabajo de mucha gente a lo largo de muchos años.

Y el trabajo no ha terminado. Hemos visto como desaparecían muchos nombres de prisiones de ese mapa de la dispersión, hemos visto que aquellos que viajaban en autobús a Sevilla van ahora en Villavesa a la prisión de Iruñea, hemos visto que el número de presos políticos que rondó el millar, en un goteo constante, baja de 200… Lo dicho, todavía más de 170 y el trabajo sin terminar. Y ese camino tampoco se cerrará por inercia.

El parte semanal de traslados a prisiones de Hego Euskal Herria comenzó como algo noticioso y, pensemos que también por inercia, desapareció de la primera línea cuando todavía quedan decenas de presos fuera de nuestras fronteras. Ese camino no se va a cerrar solo.

De hecho las noticias son las regresiones de grado. Los avances de los últimos años se han dado gracias a la presión ejercida desde las calles. Desde las de Bilbo colapsadas por 100.000 individuos, a las de Atarrabia, con miles de gaupaseras, a la pequeña comida popular de cualquier barrio o pueblo. Y todas ellas han salido adelante gracias al esfuerzo desinteresado de gente solidaria. Y la cita de este sábado en Hatortxu Rock no será distinta. Tú, la persona que está a su lado y la que está más allá. Esas son las que cerrarán este camino. Esa es la inercia.