La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno de Lakua, Arantxa Tapia, ha reiterado el respeto del Ejecutivo por la salida de Ulma y Orona de la Corporación Mondragon, una decisión «contundente» tras la que, según ha destacado, Mondragon seguirá siendo «fuerte» y Ulma y Orona siguen siendo cooperativas. Considera que la decisión de los socios cooperativistas de las asambleas de ambas empresas «está bien pensada, analizados pros y contras».

Tapia ha señalado que «se abre un nuevo horizonte dentro de lo que es el ordenamiento económico e industrial en Euskadi», y que al Gobierno le «toca colaborar y trabajar para tener un ámbito industrial fuerte en Euskadi». «Es nuestra columna vertebral que hace, además, que tengamos una sociedad fuerte y equilibrada», ha insistido.

Preguntada por la incidencia que puede tener esta salida en Mondragon y el conjunto del sector cooperativo, la consejera ha recordado que el propio presidente de Mondragon, Iñigo Ucín, ha manifestado que Mondragon «será ahora un poco más reducido» pero continúa siendo «fuerte», sigue «funcionando bien» y tiene «empresas competitivas» que operan en el ámbito internacional.

La consejera ha concluido insistiendo en la importancia de seguir trabajando para que el modelo cooperativo en la industria «bien conocido en el mundo, reconocido y apreciado" lo siga siendo en el fututo».

En un debate en ‘Radio Euskadi’, parlamentarios vascos de diferentes formaciones políticas han pedido respeto para la decisión adoptada por los socios de Ulma y Orona y han confiado en que la misma no afectará al cooperativismo vasco.

Desde el PNV, la parlamentaria Leixuri Arrizabalaga ha defendido que el cooperativismo vasco está «fuerte» y ha considerado que la decisión adoptada por los socios de Ulma y Orona «no va a afectarlo».

«Tenemos que respetar la decisión adoptada por los socios. Ellos tienen que decidir el futuro de las cooperativas. Tenemos la confianza de que el espíritu cooperativo siga permanente en los próximos años y que siga siendo referente», ha añadido.

El parlamentario de EH Bildu Iker Casanova ha valorado el cooperativismo vasco, que «no tiene parangón en el mundo» y que «genera la riqueza de forma compartida» y aporta un «nivel superior» de calidad de vida y condiciones laborales.

Asimismo, ha mostrado su respeto por «una decisión meditada» y ha recordado que hay «antecedentes de movimientos similares que, lejos de llevar a trauma o catástrofe, han supuesto experiencias de éxito». A su entender, aunque Mondragon pierde parte de su volumen de trabajo y actividad económica, es un grupo «fuerte» y podrá «recuperar esas capacidades» mediante el crecimiento de sus cooperativas o la incorporación de otras nuevas.

Por su parte, el parlamentario del PSE Alberto Alonso también ha reclamado «respeto absoluto» a la decisión de los trabajadores de ambas cooperativas, sobre todo «con el respaldo tan mayoritario que han tenido».

No obstante, ha reconocido que le daría miedo que el cooperativismo se pudiera «debilitar» y «prevalecieran decisiones de carácter economicista, de rentabilidad». «Tampoco se puede achacar a los socios que esto pase porque es el mal de nuestro tiempo. Es la transformación al siglo XXI de ese principio del cooperativismo», ha añadido.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU Iñigo Martínez también ha mostrado su respeto por la decisión de los cooperativistas de Ulma y Orona y ha incidido en que «las empresas no cambian» y van a seguir siendo modelos cooperativos.

Desde el grupo PP+Cs, Carmelo Barrio ha considerado que se trata de una noticia «fantástica de fortalecimiento empresarial» ya que se está ante dos empresas que van a seguir siendo cooperativas y quieren adoptar otra vinculación con sus socios, «abrirse y crecer».