Los hechos, de los que informó inicialmente el diario ‘Sud-Ouest’, se produjeron en la noche del 3 al 4 de diciembre en una discoteca de Biarritz.
Un hombre de 29 años, jugador del Aviron de Baiona, y en visible estado de embriaguez, profirió, según varios testigos, insultos racistas hacia una joven.
El deportista tuvo un comportamiento inapropiado con otros clientes de la discoteca, por lo que el personal de seguridad terminó por expulsarle del local.
Un cuarto de hora después, cuando la mujer a la que increpó en el interior del local y una amiga abandonaron, a su vez, la discoteca, la situación se tornó definitivamente violenta.
El jugador abofeteó a la mujer, que ha presentado denuncia por agresión.
La Fiscalía considera probado que la mujer fue abofeteada y plantea una sanción penal para el deportista que, en su declaración ante la Policía, reconoció los hechos.
Al no haber acarreado la agresión baja médica, el fiscal puede proponer pena de multa –la agredida ha solicitado, según ‘France Bleu’, 23.000 euros de indemnización– y también optar por otro tipo de medidas como la obligación del rugbilari de asistir a cursos de sensibilización sobre la violencia machista.
El deportista no asume, sin embargo, los insultos de carácter racista que figurarían en una segunda denuncia presentada por una amiga de la mujer a la que golpeó.
Ni la Policía de Biarritz ni el fiscal de Baiona han acusado recibo, por el momento, de esa segunda demanda judicial, de acuerdo a los citados medios de comunicación.
Tampoco el Aviron Bayonnais se ha manifestado, hasta la fecha, sobre los hechos.