El Sindicato Médico de Navarra (SMN) ha trasladado que Salud estaría abierta a discutir la eliminación de la exclusividad para los facultativos de Osasunbidea, con tal de frenar una huelga de médicos tan cerca de elecciones. Asociaciones en defensa de los pacientes y la sanidad pública, como la Plataforma Navarra de Salud, alertan de que la medida en nada ayudaría a paliar la actual situación, atenta contra la sanidad universal y supone una parasitar el sistema público. 

El complemento de exclusividad, que empezó a funcionar en 1992, es una compensación para que los médicos públicos trabajen solo para Osasunbidea. Se puede renunciar a él, pero pocos lo hacen. No llegan a 50 los trabajadores de Osasunbidea que prefieren pasar consulta por lo privado a recibir el complemento, pues equivale a entre el 45% y el 55% del salario base. 

El SMN ha incluido el asunto de la exclusividad como un caballo de Troya dentro de otras pretensiones más razonables, como el refuerzo de la Atención Primaria, una modificación y racionalización de las cargas de trabajo, cambios en el sistema de guardias o la ampliación de competencias de otros profesionales sanitarios para que les descarguen de tareas, como las puramente administrativas y burocráticas.

«Muchas de las demandas, incluido un cambio en profundidad del sistema retributivo que se diseñó en los 80, las compartimos plenamente, pero quitar la exclusividad es de locos», suscribe a NAIZ Lázaro Elizalde, de la Plataforma Navarra de Salud. En su opinión, sería un «error catastrófico» y califica de «vergonzoso» que la consejería llegue a planteárselo.

Lázaro Elizalde (Plataforma Navarra de la Salud): «La idea fomenta la descapitalización de buenos profesionales, además de parasitar el sistema público»

Elizalde emplea un símil empresarial. «La idea fomenta la descapitalización de buenos profesionales. ¿Te imaginas a Siemens dejando que sus trabajadores sean empleados también por Acciona. No. La sanidad privada es la competencia. Y la falta de exclusividad genera, además, problemas conocidos de parasitación del sistema público». 

La defensa de que los médicos de lo público trabajen en exclusiva para lo público no se deriva solo de una formulación teórica. Hay experiencia de que funciona mal. Su implantación no es reciente, pero Elizalde (médico jubilado) aún recuerda el sistema «de igualas» que se instaló en los pueblos donde el médico cobraba por encima para atender mejor a quien se lo pudiera pagar. 

Lo mismo ocurre en otras comunidades, como la CAV, donde este concepto de exclusividad se eliminó. Esto favorece dinámicas perversas, malas praxis médicas. Médicos que derivan a pacientes a su consulta privada o, al revés, gente que acude a consultas privadas con la pretensión de que estos médicos pluriempleados les adelanten puestos en la lista de espera. 

Txomin González, parlamentario de EH Bildu para asuntos sanitarios, advierte de que la eliminación de la exclusividad solo beneficia a jefes de servicio y médicos con especialidades concretas: cirugía general, trauma, oftalmología... No a los médicos de primaria. Se trata de las especialidades donde hay lista de espera. «Las listas de espera y las áreas privatizadas se retroalimentan», asegura González.

Por otro lado, hay quien hace una lectura política de la huelga. El SMN se ha ganado fama de ser un colectivo ultraconservador, que puede tener interés en dañar al Gobierno en esta recta final de las elecciones. Por eso ha sorprendido tanto que la Consejería se abra a seguirles el juego.