Osasuna ha firmado su primer triunfo liguero en este 2023, precisamente ante un rival que se le venía atragantando en los últimos tiempos en propio feudo. Un bonito gol al inicio de la segunda parte de Aimar Oroz, que ha dejado patente la calidad que atesora, ha permitido superar al Mallorca.

Ha sido un triunfo muy trabajado, ya que la escuadra rojilla no ha encontrado soluciones durante la primera parte para superar el 5-4-1 que ha propuesto Javier Aguirre, una telaraña infranqueable que también ha sabido salir con criterio, al menos durante los primeros minutos.

Los locales se han estrellado ante semejante frontón, pecando de manera insistente en una excesiva horizontalidad, solo aparcada por alguna que otra incursión de Abde, con diferente éxito.

Un chut a bote pronto con la zurda de Chimy y un remate flojito de cabeza de Torró, amén de una ruptura de Diego Moreno, que no ha podido controlar el esférico, ha sido lo más reseñable durante la primera media hora.

Los bermellones, que han sabido desplegarse en cada pérdida, han llegado en el 31 con un toque sin dejarla caer de Jaume Costa que no ha encontrado portería y Grenier lo ha intentado con una falta lejana que no ha inquietado a Aitor.

Ha sido el cancerbero de Arrasate el que mejor ha entendido lo que necesitaba el partido, una velocidad que ha imprimido en cada saque de puerta. Sin embargo, sus compañeros no han sabido aprovechar las contadas ocasiones en las que el entramado defensivo insular se ha alterado.

Chimy Ávila no ha enganchado bien un servicio de Abde en una de las pocas coladas del internacional marroquí y, a renglón seguido, una salida en falso de Rajkovic no ha sido penalizada por el remate de cabeza de Budimir, que se ha marchado fuera.

Ambas ocasiones han puesto fin a un primer tiempo de un ritmo alicaído, con continuos parones, sin verticalidad y en el que las zagas se han impuesto claramente a unos romos ataques.

Chispazo decisivo

Todo ha cambiado de manera radical apenas salir de vestuarios. Abde ha sabido conectar con un pase interior a Moi Gómez que ha centrado de primeras y el cuero ha llegado a Aimar para fabricarse un control orientado y fusilar con la zurda en el 47.

El talentoso futbolista de Arazuri ha desmantelado con su calidad el plan A balear y el encuentro ha entrado en una dinámica diametralmente opuesta, aunque Baba ha podido equilibrar la contienda dos minutos después con un gran empalme que ha golpeado en el exterior del poste y ha silenciado El Sadar.

Superado el susto, Osasuna ha encontrado más huecos, su juego ha ganado en fluidez y Budimir ha podido doblar la ventaja tras un remate con los tacos que ha salido pegado al poste (m.55).

Con menor precipitación por el favorable resultado y jugando con la necesidad del rival, Moi Gómez y compañía han jugado a esconder el balón, pero con mucha más llegada, aunque sin que ello haya trascendido en el luminoso.

Apenas una diagonal de Diego Moreno, debutante en El Sadar, y un chut con la zurda muy elevado (m.76), mientras el Mallorca, minutos antes, se ha visto obligado a deshacer su dibujo táctico a la búsqueda del empate.

No les ha surtido mucho efecto a los bermellones, quienes apenas han inquietado a Aitor, mientras que Rajkovic se ha visto cerca de encajar la segunda diana tras un gran desmarque de Kike García –sustituto de Budimir–, que ha cruzado pegado al poste un chut raso con la zurda.

Los anfitriones también han estado muy atentos en defensa, especialmente un David García que ha estado muy rápido para hacer de pantalla e impedir lo que ya era un remate franco de Prats (m.87).

El delantero bermellón todavía ha tenido tiempo para rondar el gol en un balón largo al que no ha llegado por muy poco, adelantándose Aitor, y El Sadar finalmente ha podido respirar y disfrutar de un triunfo muy trabajado.