Considerado como uno de los más relevantes del circuito internacional y reconocida antesala de los premios Óscar, el festival de Sundance, dentro de su sección World Cinema Documentary Competition, ha reconocido con un galardón la última película de la directora chilena de origen vasco Maite Alberdi, ‘La memoria infinita’. En concreto, se ha alzado con el Gran Premio del Jurado dentro de una selección que incluía 12 títulos a competición.

Según ha explicado Alberdi ante los medios, «estoy muy feliz y orgullosa del premio. Esta película es el resultado de muchos años de trabajo. Es una película que cruza una memoria personal con una memoria histórica y que nos muestra cómo el cuerpo siempre recuerda el amor. Me sorprende la buena recepción que tuvo en el público, en la crítica, y que también logramos venderla. La película se va a poder distribuir en todos los territorios y es un gran comienzo, es un gran regalo para nosotros como equipo y para los personajes. Es como un gran aplauso del público para Paulina y Augusto en lo que son hoy y en lo que han sido en su historia púbica y personal».

‘La memoria infinita’ aborda, en clave documental, el avance del Alzhéimer en el periodista Augusto Góngora, relatado a través de su pareja, la actriz y exministra Paulina Urrutia, y deja entrever la tragedia y la tristeza que supone para ambos la pérdida de memoria.

La memoria como trinchera

Se trata de la quinta experiencia en formato documental de Alberdi, una cineasta que fue nominada al Óscar por ‘El agente topo’ y que en 2016 también incidió en las lagunas de la memoria con ‘Yo no soy de aquí’.

En aquella ocasión se basó en Josebe Echaveguren, una anciana vasca que llegó a Chile con menos de 20 años y nacida en Errenteria, donde había pasado su infancia. Cumplidos los 88 años y afectada por el Alzhéimer, la protagonista mantiene vivos sus recuerdos más lejanos y se obsesiona con su regreso a su Errenteria natal y con conocer el origen vasco de sus compañeros de residencia.

Según explicó entonces Maite Alberdi, «me pareció políticamente interesante el equilibrio y la pasión con que defiende sus raíces, sus ideas y su pueblo, su personalidad única y al mismo tiempo el hecho de que fuera una representación idiosincrática de los inmigrantes vascos en Chile».