El primer ministro de Marruecos, Aziz Ajanuch, ha asegurado este miércoles que las relaciones bilaterales entre su Gobierno y el Ejecutivo español han entrado en una nueva fase «gracias al apoyo» de Pedro Sánchez «al plan de autonomía» presentado por Marruecos para el Sahara Occidental. «España tuvo el valor de adoptar una visión histórica y realista, lo cual valoramos aquí», ha señalado. Con esta decisión, Madrid y Rabat niegan al pueblo saharaui el derecho a la autodeterminación pautado por la ONU.
Así lo ha afirmado durante su intervención en un foro empresarial con motivo de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los estados marroquí y español que se celebra en Rabat y tras la intervención de Pedro Sánchez.
Aziz Ajanuch se ha referido a las «relaciones profundamente históricas» entre los dos países admitiendo que estas «sufrieron sus altibajos debido a problemas y malentendidos». Pero, ha señalado, siempre han encontrado las soluciones adecuadas para «sortear estas crisis». «Hemos aprendido juntos que a través de la historia, siempre somos más fuertes si estamos juntos», ha exclamado.
El Rey de Marruecos no ha recibido al presidente español en Rabat, aunque sí que han mantenido una conversación telefónica antes de que comenzara la cumbre. Según el Gabinete de Sánchez, la llamada había sido acordada previamente.
Intereses comunes
Al negar el derecho de autodeterminación a Sahara Occidental, el Ejecutivo de Sánchez intenta blindar las vías de colaboración económica con el Estado norafricano, colaboración que parece entusiasmar a Ajanuch. En el ámbito energía, ha recordado que con anterioridad el gas que recibía el Estado español pasaba por Marruecos. Pero ha señalado que ahora, «debido a la nueva situación geopolítica», el Gobierno de Madrid ha demostrado una «gran madurez» manteniendo este gasoducto: «El flujo corre ahora en sentido contrario» gracias al gas que se envía desde Madrid a Rabat.
Considera que la dinámica de colaboración «está yendo por el buen camino» con unos intercambios comerciales por valor de 17.000 millones de euros, con un incremento del 21% de los intercambios en la última década, ocho puntos cada año y suponen la quinta parte de los intercambios económicos con el resto del mundo.
«Al servicio de una ocupación»
En este sentido, el delegado del Frente Polisario en el Estado español, Abdulah Arabi, ha manifestado no espera «mucho» de una RAN «al servicio de una ocupación» y en la que toman parte dos países que «se necesitan al uno al otro». No obstante, ha vuelto a instar a Sánchez a recuperar «la postura tradicional de España como potencia administradora» del Sahara Occidental.
Así, el delegado ha reconocido en una entrevista a Europa Press su preocupación por posibles negociaciones relativas a los espacios aéreos y marítimo, mientras que en el ámbito cultural ha afirmado que la hipotética apertura de una sede del Instituto Cervantes en El Aaiún sería «denunciable» porque legitimaría una «ocupación ilegal».
«Cumbre de la impunidad»
Por otra parte, Amnistía internacional (AI) ha instalado este miércoles frente al Palacio de la Moncloa en Madrid varias siluetas de migrantes para recordar a los que murieron tras una fuerte carga policial el pasado junio cuando intentaban saltar la valla de Melilla y ha exigido a Madrid y Rabat que acaben «con la política de impunidad y excepcionalidad» de las fronteras de Ceuta y Melilla.
Con esta acción, que también se ha realizado ante la Embajada de Marruecos en Madrid, AI ha reclamado que se investigue lo ocurrido el 24 de junio en el puesto fronterizo del de Melilla, en el que, según esta entidad, fallecieron al menos 37 personas y 77 están desaparecidas.
«¿Será posible que se reúnan hoy los gobiernos en cuya frontera murieron y desaparecieron más de 100 personas y no hablen de lo que sucedió y no tomen medidas para que esto no se repita?», ha cuestionado frente a la Moncloa el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán.
A su pesar, ha subrayado que esta reunión será recordada «como la cumbre de la impunidad».