Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

‘Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly’, la trastienda de una tragedia

Curtida en el documental, Alice Diop debuta en la ficción con un demoledor drama basado en un trágico suceso real. Titulada ‘Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly’, la película aborda el juicio al que fue sometida una joven senegalesa que fue acusada de haber ahogado a su hijo recién nacido.

La prestigiosa documentalista Alice Diop ha debutado en la ficción con ‘Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly’, un aclamado largometraje que llegará a nuestras pantallas en breve.

Nominada a los Óscar 2023 por el Estado francés, esta película se basa en un caso real y su sipnosis dice lo siguiente, «Tribunal de Saint Omer. La joven novelista Rama (Kayije Kagame) asiste al juicio de Laurence Coly (Guslagie Malanda), una joven acusada de matar a su hija de 15 meses al abandonarla a la subida de la marea en una playa del norte del Estado francés. Pero a medida que avanza el juicio, las palabras de la acusada y los testimonios de los testigos harán tambalear las convicciones de Rama y pondrán en duda el propio juicio».

Alice Diop comenzó su carrera como documentalista. Sus cortometrajes y mediometrajes han sido seleccionados y premiados en multitud de festivales.

Se crió hasta los 10 años en el complejo de viviendas Cité des 3000, en Aulnay-sous-Bois, cerca de París, zona que fue el objeto de su primer documental ‘La Tour du monde’ (2006), donde mostró la diversidad cultural del lugar.

En 2017, obtiene el Premio César al Mejor Cortometraje con ‘Vers la tendresse’. Ese mismo año, cosechó nuevos galardones con su largometraje documental ‘La Permanence’. Con ‘Nous’ (2021) se alzó con el Premio al Mejor Documental y a la Mejor Película en la sección Encounters de la Berlinale.

En 2021 dio el salto a la ficción cinematográfica con un episodio de la serie ‘H24’, producida por la cadena Arte, sobre la violencia machista.

Un año después, estrenó su primer largometraje de ficción, ‘Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly’, en la Sección Oficial de la Mostra Internacional de Cine de Venecia, logrando el León de Plata-Gran Premio del Jurado y el León de Futuro a la Mejor Opera Prima.

El ritual de la justicia

Sobre cómo surgió la idea de rodar esta película, la directora explica que «siempre nace de algo que golpea una historia íntima, a veces algo que no se ha contado durante mucho tiempo. En el caso de ‘Saint Omer’, la obsesión vino de una foto publicada en ‘Le Monde’ en 2015. Es una imagen en blanco y negro, tomada por una cámara de vigilancia: una mujer negra, en la Gare du Nord, empuja un cochecito con un bebé mestizo todo envuelto. Miré esa foto y pensé: ‘¡Es senegalesa!’. Dos días antes, se había encontrado un bebé en Berck-sur-Mer, llevado por las olas, a las seis de la mañana. Nadie sabía quién era ese bebé, los periodistas y los investigadores pensaron que tal vez se trataba de un barco de emigrantes que se había desviado de su ruta. Los investigadores habían encontrado un cochecito en un matorral de Berck-sur-Mer, y a partir de ahí, estudiando las imágenes de las cámaras de vigilancia, habían rastreado a esta mujer negra con el bebé mestizo. La miro, sé que es senegalesa, sé que tenemos la misma edad, la conozco tan bien que me reconozco. Y así comenzó una obsesión con esta mujer».

Dicha obsesión se tradujo en una investigación exhaustiva en la que Diop descubrió que «efectivamente era una mujer senegalesa, Fabienne Kabou, y que había matado a su bebé dejándolo en la playa con la marea alta. Confesó; escuché a su abogado, e inmediatamente se mencionó la cuestión de la brujería. Me entero de que es una estudiante de doctorado, los primeros comentarios de la prensa destacaron su excepcional coeficiente intelectual de 150, pero dijeron que sus tías de Senegal la habían hechizado, lo que explicaría lo que había hecho. Para mí, algo no encajaba. Desde los primeros intentos de construir su historia, pude escuchar todo un mecanismo familiar, una suma de proyecciones periodísticas sobre esta mujer. El juicio tuvo lugar en 2016 y acudí».

En su relato de cómo transcurrió dicha experiencia, la directora revela que «sentí que la gente me miraba, desde sus ventanas, la gente en la calle se apartaba. Me sentí insegura, porque al ver la clase de gente blanca que me miraba, entendí que soy el espejo de su degradación. Soy una mujer negra, vestida como una parisina, arrastrando una maleta elegante, y estaba allí, en esta ciudad deprimida, expuesta a estos blancos degradados. Esta imagen que podría haber sido de una película de suspense, o de terror, está en esta película. En cualquier caso, trabajé desde esta primera sensación. En la habitación del hotel empecé a pensar en esta mujer, y sentí la presencia de Fabienne Kabou rondando la habitación. Finalmente, me obsesioné por documentar el ritual de la Justicia».