El PSOE ha registrado este lunes en solitario una proposición en el Congreso para reformar la ley del ‘solo sí es sí’ y elevar las penas a los agresores sexuales cuando actúen con violencia o intimidación. Este planteamiento llega tras no alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Igualdad, dirigido por Unidas Podemos.

El objeto de la reforma, según ha explicado el portavoz del grupo del PSOE, Patxi López, es «corregir los efectos no deseados» de «una buena ley» y «acabar con la alarma social» que habían generado las rebajas de condenas a agresores sexuales. Se aumentan penas y se «acotan» las horquillas para que las condenas sean «mucho más correctas».

Tras insistir en que no se toca la definición del consentimiento ni se vuelve a la distinción entre abuso y agresión sexual, ha asegurado a Igualdad que no han negociado con nadie al margen de la coalición de gobierno, «y mucho menos con la derecha», y ha confiado en un amplio acuerdo con todos aquellos que defienden la ley y quieren eliminar sus efectos no deseados.

«El PP que no pretenda darnos lecciones de ningún tipo, porque lo que no quiere es la ley», ha manifestado López junto a la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández.

La propuesta ya había sido filtrada ayer a la Cadena Ser, que explicaba que «recuperan la horquilla de entre 1 y 5 años de prisión cuando no haya penetración y de entre 6 y 12 cuando sí la haya, siempre que en esos casos haya habido violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima».

El PSOE subraya en su texto que la reforma «no afecta al corazón de la norma, ya que se mantiene íntegra la definición del consentimiento y, por tanto, la esencia de la regulación de los delitos contra la libertad sexual». Sólo se persigue «blindar la ley en favor de las víctimas para que en casos graves no haya posibilidad de penas bajas», mediante una «respuesta normativa diferenciada».

Enfado de Unidas Podemos

Podemos ha cargado contra sus socios por querer volver, con el apoyo del PP, al Código Penal de la sentencia de La Manada. Hasta cinco veces se le ha preguntado a la secretaria de Acción Institucional de Podemos, María Teresa Pérez, si la presentación de esta proposición de ley podría hacer tambalear el Gobierno de coalición, teniendo en cuenta que se trata de una ley clave para ellos, y no ha descartado que esto pueda suceder, como sí lo habían hecho claramente hasta ahora.

Pérez ha respondido todo el rato que ellos están ahora centrados en que no salga adelante esta proposición de ley «unilateral», de cuyo registro se han enterado por la prensa.

En su opinión, por mucho que Patxi López haya asegurado que el «consentimiento» no se toca, «lo puedes llamar como quieras, pero es volver al modelo anterior» cuando plantean subtipos penales que ponen el foco en la intimidación y la violencia.

Hasta ahora, ha argumentado, si una mujer se quedaba paralizada ante una agresión era una víctima «de segunda» porque no podía demostrar que era una agresión y a eso, según ha dicho, es a lo que quiere volver el PSOE con esta iniciativa.

El PP apoyará si no es «otra chapuza»

Desde las filas del PP, el portavoz del Comité de Campaña, Borja Sémper, ha asegurado que su formación apoyará la reforma registrada por el PSOE si «va en la línea de corregir las consecuencias terribles» que ha tenido la ley con la rebaja de penas.

«Estaremos fundamentalmente atentos a que no sea una chapuza dos y resuelva el gordo problema generado», ha señalado Sémper, destacando que el Gobierno tiene el apoyo del PP «para corregir la chapuza derivada de esta ley, pero el Gobierno no quiere oír ni hablar del PP».

La posición del PNV

Antes de conocer el contenido concreto de la propuesta, el PNV ha adelantado que votarán a favor de la reforma siempre y cuando se mantenga el consentimiento y se ajuste la norma con el fin de evitar interpretaciones diversas de los jueces.

El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, ha añadido que «habrá que mirarlo con mucho detenimiento» y consultarlo con expertos, porque «hay tantos y tantos casos –de rebaja de penas– que no se puede decir que simplemente los jueces van a la contra. Esto no puede ser así y, por lo tanto, se ha creado un clima social y una sensación de que esto hay que enmendarlo. Desde luego, la respuesta como partido no la vamos a dar al minuto siguiente de que lo presenten en el registro, porque me parece un asunto tan delicado e importante como para acertar en esta ocasión completamente».