El pasado 18 de julio un tren descarriló entre las estaciones de Anoeta y Amara, en Donostia. El accidente se debió a un garrote ferroviario, una deformación de las vías provocada por el calor, y a un error de comunicación, tal como señaló el pasado mes de noviembre el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, en respuesta a una pregunta formulada por el parlamentario de EH Bildu Unai Fernández de Betoño.

El parlamentario soberanista ha defendido este miércoles en Cámara de Gasteiz la elaboración de un plan de adaptación para hacer frente a los problemas que ocasionados por el cambio climático en la red ferroviaria de Eusko Trenbide Sarea (ETS), incidiendo en que hay 18 puntos, once en Bizkaia y siete en Gipuzkoa, «donde aparecen garrotes con gran frecuencia».

«Hasta ahora se han producido garrotes en 18 puntos, ¿pero qué tipo de clima vamos a tener en el futuro? ¿Esta situación irá a peor?», ha preguntado antes de recordar que el pasado 1 de enero los termómetros llegaron a marcar 20 grados en Gasteiz, y que el pasado verano fue el segundo más cálido desde que se guardan registros. «Es un dato que evidencia que el problema de la dilatación ira en aumento», ha apuntado.

Con el objetivo de hacer frente a es ta situación, EH Bildu ha acordado una enmienda transaccional con Elkarrekin Podemos-IU, en la que se instaba al Gobierno autonómico a elaborar antes de verano un protocolo de actuación para sistematizar los procedimientos antes la aparición de problemas de calor en las vías férreas, de forma que las decisiones de ETS y Euskotren, como puede ser la restricción de velocidad, «sean objetivas, coordinadas, meditadas y bien comunicadas».

Además, se proponía la redacción de un plan de adaptación para programar las mejoras necesarias en las infraestructura ferroviaria durante los próximos cinco años, incidiendo en la necesidad de instalar más aparatos de dilatación en las vías, pintar de blanco los tramos peligrosos, mejorar los sistemas de comunicación de incidencias extraordinarias, y reformar las vías férreas para evitar garrotes mediante la modificación de traviesas.

«Nadie pone en duda aquí el cambio climático, que puede tener efectos en nuestros trenes. Lo de verano por suerte fue solo un aviso, y creemos que hay que tenerlo en cuenta», ha apuntado antes de ceder la palabra a Iñigo Martínez, de Elkarrekin Podemos-IU, quien ha advertido de que las temperaturas de 35 grados, como la registrada el día del accidente en Donostia, «no van a ser anecdóticas en el futuro».

Según ha explicado, «es una iniciativa de sentido común que debería de recoger un espíritu de acuerdo por parte de todos los grupos y aprobarse, porque es una mejora para todos y para todas, para los y las trabajadoras y para las personas usuarias».

Un «problema histórico»

Pero no ha sido así, ya que PNV y PSE, grupos que forman el Gabinete de Iñigo Urkullu, han rechazado la propuesta, alegando que ya se han adoptado las medidas pertinentes ante un «problema histórico e implícito a las líneas de vía métrica debido a los pequeños radios de curva».

«Este problema siempre se ha intentado solventar de forma preventiva, aplicado diferentes técnicas, como son las placas antipandeo, el gel que actúa como pegamento para dar mayor consistencia a la banqueta de vía y la renovación de vía con traviesas tacón, y realizando campañas de liberación de tensión de carriles en primavera», ha explicado Susana Corcuera, del PSE.

Desde el PNV, Unai Grajales ha indicado que lo ocurrido en Donostia en julio fue «un caso puntual, y no se puede llevar a una categoría general». «Se ha dado una respuesta y se han producido cambios en el ámbito de la comunicación, limitando también la velocidad. Si ha sido un aviso, se ha recibido y se han tomado las medidas que se debían tomar», ha manifestado. 

«Parche a parche»

La postura de estos grupos ha sido censurada por Fernández de Betoño, que ha reiterado la importancia de centrar con un plan para acometer mejoras que «aquí se han comentado pero que se van haciendo parche a parche».

«Hay que invertir más en seguridad», ha manifestado antes alertar de que, «en la línea general de Gipuzkoa, están apareciendo más garrotes que en Bizkaia, y no creemos que sea porque se ha invertido menos dinero, sino porque el dinero se ha invertido en sitios diferentes. En Gipuzkoa se ha invertido más en nuevas estaciones mientras que Bizkaia se han duplicado ciertos tramos de vía», ha aseverado antes de remarcar que «este problema va a ir a más, y el Gobierno Vasco se tiene que poner las pilas».