Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

‘The Movie Critic’, Tarantino tributará su último y definitivo homenaje a Pauline Kael

‘The Hollywood Reporter’ avanzó en primicia que Quentin Tarantino dirá adiós a su faceta de cineasta con ‘The Movie Critic’. El rodaje arrancará en otoño de 2023 y la trama se basa en Pauline Kael, la célebre e implacable crítica cinematográfica de ‘The New Yorker’.

El cineasta, escritor y productor estadounidense Quentin Tarantino.
El cineasta, escritor y productor estadounidense Quentin Tarantino. (NAIZ)

En repetidas ocasiones, Quentin Tarantino ha repetido que no dirigirá más películas cruzada la frontera de los 60 años y que su filmografía culminaría con su décima película tras ‘Reservoir Dogs’ (1992), ‘Pulp Fiction’ (1994), ‘Jackie Brown’ (1997), los dos volúmenes de ‘Kill Bill’ (2003, 2004), ‘Death Proof’ (2007), ‘Inglourious Basterds’ (2009), ‘Django desencadenado’ (2012), ‘Los odiosos ocho’ (2015) y ‘Once Upon a Time in Hollywood’ (2019).

A este listado no se suman sus realizaciones compartidas en colaboración con Robert Rodriguez, –‘Abierto hasta el amanecer’ (1996) y ‘Sin City’ (2005)- y ‘Four Rooms’ (1995), en el que firmó un capítulo integrado en un filme coral en el que también participaron Allison Anders, Alexandre Rockwell y Robert Rodriguez.

Ambas premisas podrían cumplirse tras la noticia en exclusiva servida por ‘The Hollywood Reporter’. Según este medio especializado, la película llevará por título ‘The Movie Critic’ y su rodaje arrancará en otoño de este 2023. Otro dato a tener en cuenta es que Tarantino siempre ha mostrado su admiración pública por el personaje sobre el que girará la trama, la temible y prestigiosa crítica de cine del diario ‘The New Yorker’, Pauline Kael.

¿Quién fue Pauline Kael?

El largometraje documental dirigido por Rob Garver ‘Pauline Kael: El arte de la crítica’, incluye los testimonios, entre otros, de cineastas como Quentin Tarantino, Woody Allen, Francis Ford Coppola, Peter Bogdanovich y Paul Schrader.

A lo largo de 100 minutos se repasaba la vida y la obra de esta periodista y escritora y nos descubría el enorme prestigio que alcanzó su trabajo, no solamente en el mundo de la crítica cinematográfica, sino en el de la cultura norteamericana.

Nacida en una granja de la localidad californiana de Petaluma el 19 de junio de 1919, Kael siempre fue recordada por sus implacables comentarios.

Por ejemplo, escribió sobre ‘Hiroshima, mon amour’: «Se dice que esta película, que han llamado proustiana, destruye las cualidades del tiempo. Yo puedo decir que, en efecto, destrozó mi tiempo» y sobre ‘Bonnie y Clyde’ señaló que «el cine americano llega a la gente cuando le hace reaccionar. ‘Bonnie y Clyde’ nos muestra cosas que la gente ha estado sintiendo, diciendo y escribiendo».

Para Robert Towne, que colaboró en el guion del filme, esa crítica fue decisiva para el éxito posterior de la cinta. «Sin ella, ‘Bonnie y Clyde’ habría muerto como un perro», dijo.

La primera crítica que escribió Pauline Kael fue sobre la película ‘Candilejas’ de Charles Chaplin. El editor de un periódico la había escuchado hablar sobre cine en una cafetería y le pidió que escribiera una reseña sobre dicha película. El artículo no fue precisamente favorable al largometraje de Chaplin, pero sirvió para que arrancara su carrera.

En 1968 Pauline Kael se convirtió en crítica cinematográfica de la revista ‘The New Yorker’ y su prestigio creció de manera casi inmediata hasta convertirse en una de las personalidades más influyentes del cine norteamericano.

Era admirada, pero también temida y odiada. A su buzón llegaban constantes misivas en las que se podían encontrar de manera reiterada palabras como ‘Lesbiana’, ‘Frígida’ y ‘Puta’.

Escribió trece libros y centenares de artículos analizando películas. Para Pauline Kael el cine no era un mero pasatiempo de fin de semana, sino que formaba parte intrínseca de la cultura estadounidense. «Leerla es mejor que ir al cine», se llegó a decir sobre sus inteligentes y mordaces comentarios.

Fue diagnosticada con Parkinson en 1990, lo que la obligó a retirarse de la crítica de cine en 1991. Finalmente, murió en 2001 a los 82 años.