El Reale Arena se llenará hoy con la confianza de vivir una noche histórica (21.00) en un partido centenario de la Real contra la Roma de José Mourinho, que hace recordar el jugado contra el Inter de Milán en Atotxa en 1979 por el equipo campeón.
La Real cumple su encuentro 100 en Europa tras jugar en cuatro ocasiones la máxima competición continental, la Copa de Europa en las temporadas 1981-82 y 1982-83 y la Liga de Campeones en la 2003-04 y 2013-14, una vez la Recopa en la 1987-88, ocho la Copa de la UEFA en las campañas 1974-75, 1975-76, 1979-80, 1980-81, 1988-89, 1990-91, 1992-93 y 1998-99 y cinco la Europa League en las 2014-15, sin superar las previas, 2017-18, 2020-21, 2021-22 –en las tres cayó en la primera eliminatoria en dieciseisavos– y ahora en la 2022-23, en la que ha alcanzado los octavos.
La andadura de la Real en Europa comenzó el 18 de septiembre de 1974 en Atotxa ante el Banik Ostrava checo con una derrota por 0-1 con una alineación formada por Urrutikoetxea; Gorriti, Martínez, Kortabarria, Murillo (Uranga); Diego, Gaztelu, Urreisti; Arakistain, Ansola y Boronat. Un mixto entre los supervivientes del equipo del ascenso de Puertollano y los primeros en llegar del conjunto campeón.
Al año siguiente superó su primera eliminatoria con el Grashopper suizo antes de caer contra el Liverpool de Toshack, que marcó el primer gol en Atotxa a Luis Arconada en el debut del legendario guardameta con el primer equipo blanquiazul.
El partido más especial
Pero de todas las eliminatorias vividas en Europa, el partido europeo más especial de Atotxa fue uno que guarda sus similitudes con el de hoy jugado por la Real contra otro conjunto potente italiano, el Inter, el 3 de octubre de 1979 tras perder 3-0 en la ida en Milán.
El equipo blanquiazul entrenado por Alberto Ormaetxea, impulsado por su público en una noche que nunca olvidarán los que la vivieron, ganaron 2-0 en un gran encuentro con dos goles de Jesús Satrustegi. Solo un claro penalti no señalado a López Ufarte impidió llegar a la prórroga.
El gran protagonista de esa noche recordaba la pasada semana en una entrevista realizada por nuestro compañero Alessandro Ruta publicada en Italia por “Guerinsportivo” que «probablemente jugamos demasiado ligero el partido de ida, un error muy grave contra los equipos italianos. El Inter ganó el campeonato esa temporada, fueron muy buenos y nos sorprendieron, hipotecando la clasificación para la segunda ronda».
Satrustegi añadía que en la vuelta para la remontada faltaron «detalles, quizás, además de un penalti clarísimo que no pitó al final a mi compañero Roberto López Ufarte. Sin embargo, esa victoria nos sirvió de mucho, porque nos hizo darnos cuenta de nuestra fuerza y nos dio esa autoestima necesaria para alcanzar las metas futuras».
La confirmación del equipo campeón
La Real jugó ese partido con el equipo campeón formado por Arconada; Celayeta, Gajate, Kortabarria (Gaztelu), Olaizola; Diego (Iriarte), Alonso, Zamora; Idigoras, Satrustegi y López Ufarte. El delantero navarro marcó los dos goles en los minutos 20 y 78.
Ese triunfo, y no solo lo dice el bigoleador, permitió a los jugadores blanquiazules creer que eran capaces de competir y ganar a los mejores. Esa temporada fue la de la imbatibilidad y solo los árbitros y la única derrota de la temporada contra nueve en Sevilla en la penúltima jornada impidió a la Real lograr un campeonato liguero que sí alcanzó los dos años siguientes.
Por eso los integrantes del equipo campeón sitúan ese partido incluso por encima de la Copa de Europa de la temporada 1982-83, cuando eliminó al Vikingur, al Celtic de Glasgow y al Sporting de Lisboa, con remontada en Atotxa (2-0) con goles de Larrañaga y Bakero tras el 0-1 de Portugal antes de la histórica semifinal contra el Hamburgo. La Real empató en la ida en Atotxa (1-1) con un gol de Gajate y estuvo a punto de dar la campanada en la vuelta en campo alemán tras empatar Diego. Solo el 2-1 en claro fuera de juego de Von Heesen en el minuto 83 eliminó a los blanquiazules.
Ha sido la única ocasión en la que la Real ha llegado a unos cuartos de final en competición europea. 40 años después querrá igualar esa gesta con una remontada que estuvo a punto de lograrse ante el Inter. Esta noche aquel 2-0 sí vale para forzar la prórroga y, como entonces, la clave estará en marcar primero para creer en la remontada. También el apoyo de la afición blanquiazul para derribar esa barrera de los octavos que se le resiste para superar una eliminatoria europea por vez primera desde la temporada 1997-98 de terrible recuerdo por el apuñalamiento mortal a Aitor Zabaleta en el Calderón.