Aspil-Jumpers Ribera Navarra y Osasuna Magna Xota (18.00, Web RFEF) protagonizarán este sábado un derbi muy parejo en el Ciudad Tudela en el que los locales contarán con la posibilidad de superar en la clasificación a su rival.

Los riberos llegan en un mal momento de forma tras seis jornadas sin conocer la victoria, en las que han encajado un empate y seis derrotas que han complicado su situación hasta colocarles a tan solo cinco puntos de los puestos de descenso.

El técnico del Ribera, Diego Ríos, ha indicado que deberá hacer un «partido lo más completo posible para tener las máximas opciones de ganar» y así adelantar al Xota. La diferencia es de dos puntos.

«Tenemos ganas, se nota en la semana, que ha sido muy buena. También anima que hemos recuperado jugadores, con lo que el nivel de las sesiones aumenta, lo que nos va a venir bien de cara al futuro», ha explicado el gallego.

Por su parte, los de Irurtzun llegan con la inercia positiva y el empujón que supuso la victoria contra el Levante en Anaitasuna por 2-1. Acumulan tres victorias en las cuatro últimas jornadas que han impulsado a un grupo de jugadores que ha logrado revertir la situación.

«Esperamos un partido complicado, ante un rival que está ahí con nosotros jugándose lo mismo y siempre es un partido difícil. También es importante porque una victoria nos daría mucho aire y un margen con los de abajo. Vamos a ver si podemos hacer un buen partido porque nos van a exigir», afirmaba esta mañana el entrenador de Osasuna Magna, Imanol Arregi, antes del último entrenamiento.

El preparador de Irurzun piensa que «el equipo está bien, estamos jugando bien, el otro día ganamos aun sufriendo y aunque no me gustó excesivamente el partido, también era un partido difícil de jugar. Fue una victoria importante».

Será el primer choque que Osasuna Magna afronte sin Roberto Martil tras la lesión del capitán. Esta semana se confirmó que sufre una rotura de ligamento cruzado anterior, ligamento interno y menisco externo que le mantendrá fuera de los terrenos de juego durante casi un año.

Arregi ha anotado que «todo el mundo le tiene aprecio porque es un tío limpio a pesar de ser cierre, siempre quiere jugar, nunca va con maldad y son muchos años en Primera División, por lo que la gente le tiene cariño».