La construcción del tren de alta velocidad (TAV) a su paso por Iruñerria supondrá un coste de 500 millones de euros. Y el tramo entre Zaragoza y Castejón costará entre 1.250 y 1500 millones de euros, en fución del trazado que finalmente se ejecute.

Así lo han anunciado este martes la lehendakari María Chivite, el secretario general de Infraestructuras de Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Xavier Flores, y el director general de Planificación y Evaluación de la red ferroviaria del ministerio, Casimiro Iglesias, que han presentado los estudios informativos en el Palacio de Nafarroa.

En el caso de Iruñerria, el estudio plantea un tramo de 24 kilómetros, entre Arrizabalaga y Zuasti, bordeando Iruñea, con una nueva estación en el barrio de Etxabakoitz, en la salida oeste de la capital.

En el tramo entre Zaragoza y Castejón se plantean varias alternativas, y una estación en Tutera, que podría estar cerca del Hospital Reina Sofía. El recorrido será de 80 kilómetros, la mitad de ellos en Nafarroa.

Sin fechas concretas

Chivite ha señalado que la alta velocidad «avanza y lo hace de manera indiscutible en su fase de planificación y ejecución de obras». «2022 ha sido el año de mayor ejecución de inversión del TAV en Navarra, con una inversión de cerca de 70 millones, y 2023 va a ser un año clave para desarrollar el tren de altas prestaciones», ha manifestado.

Sin embargo, lo cierto es que no hay fechas concretas sobre la mesa, como ha reconocido el propio Flores. «Los plazos en las grandes infraestructuras no son inmediatos», ha apuntado, asegurando que «nos gustaría que el año que viene fuese una realidad».

«Pero la legislatura que viene –un marco temporal de cuatro años– va a ser la de acabar el tramo Castejón-Campanas y que por fin empiecen a circular trenes de alta velocidad por Navarra. Eso será una realidad», ha apuntado. Y ha confiado en que la próxima legislatura «podamos tener perfectamente definidos» los tramos de Arrizabalaga-Zuasti y Castejón-Zaragoza.