«La apuesta por la reinserción y el medio abierto es una apuesta por la seguridad». Con estas palabras resumió la consellera de Justicia, Derecho y Memoria, Gemma Ubasart y González, las conclusiones del estudio quinquenal sobre reincidencia que publica la Generalitat de Catalunya.

La investigación ‘Tasa de Reincidencia Penitenciaria 2020’ realizada por el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) entierra el furor punitivista que sirve de acicate para una extrema derecha que clama en favor de penas más duras y de la cadena perpetua.

Así, el estudio aporta datos manifiestos sobre la reincidencia en Catalunya: la tasa de reincidencia penitenciaria desciende 12 puntos entre las personas que han pasado por un proceso de semilibertad, salidas programadas para ir a trabajar fuera de la cárcel o libertad vigilada.

En conjunto, la tasa de reincidencia penitenciaria en Catalunya ha caído 9,1 puntos respecto al último estudio, pasando del 30,2% al 21,1% en seis años, y acumula un descenso de 19,2 puntos desde 2008, cuando era del 40,3%.

Según la Generalitat, se trata de la menor tasa de reincidencia en los 33 años de seguimiento de excarcelados que realiza el CEJFE. «El último estudio era del 2014 y la reincidencia general era del 30,2%. En 1992, esta cifra era de 37,9%, es decir, 16,8 puntos por encima de la actual», apunta el estudio.

La investigación se basa en 3.814 personas condenadas antes de 2015 y que salieron en libertad ese año, y tras un seguimiento durante los cinco años posteriores constata que 8 de cada 10 no volvieron a prisión por reincidir.

Ubasart valoró así que los resultados del estudio «avalan el modelo de ejecución penal y a la vez dan pistas sobre cómo orientar las políticas públicas en este campo», para a continuación defender la reinserción como base del sistema penitenciario y trabajar de forma garantista.  

Según el informe presentado por la Generalitat, «la tasa de reincidencia entre las personas que han pasado por el medio abierto es 12 puntos menor que la media global». Concretamente, los excarcelados en tercer grado presentan una tasa del 10,1%. Esto significa que solo «una de cada 10 personas que salen en libertad desde esta modalidad de régimen abierto vuelve a delinquir».

Para Ubasart, esto representa un aval a las políticas penitenciarias: «Las salidas escalonadas de prisión y la reducción progresiva del control sobre los penados son la mejor garantía para alcanzar el desistimiento delictivo». Así, la consellera se fijó como objetivo llegar en cuatro años al 30% de encarcelados en régimen abierto, superando el 23% actual. «A más medio abierto, menos cárcel y menos delitos», insistió.

«Los extranjeros no reinciden más»

Que las personas nacidas fuera del Estado español cometen más delitos y reinciden más es una de las mentiras que más ha contribuido al estigma de la población migrante. Sin embargo, el estudio elaborado por el CEJFE indica que la tasa de reincidencia de las personas extranjeras es muy similar a la de las personas nacidas en Catalunya o en el Estado español.

En concreto, la tasa de reincidencia de las personas nacidas fuera es del 22,2% y la de quienes tienen nacionalidad española del 20,4%. «No se aprecian diferencias estadísticas significativas. Una tasa que en el caso de los internos recién llegados ha descendido 10,8 puntos en seis años. En 2014, la tasa era del 33%», apunta el estudio.

Por tipología, las personas excarceladas por delitos contra la libertad sexual son las que tienen la menor tasa de reincidencia de toda la población encarcelada: 5,3%. Sin embargo, los condenados por violencia de género reinciden en una cifra cercana a la media general (17,7%).

«Se ha revelado eficaz que los internos con este tipo de delitos y con un riesgo elevado de reincidencia sigan un tratamiento intensivo muy especializado, y que la salida a la comunidad se realice con programas de acompañamiento, como es el caso del CerclesCat», apunta la Generalitat.

Las personas que salen de prisión después de cumplir condena por delitos relacionados con las drogas son las que tienen la segunda menor tasa de reincidencia: solo el 5,5% vuelve a delinquir. Los más repetidos son los delitos contra la propiedad no violentos (38,4%) y violentos (27,4%).

La edad y las diferencias entre hombres y mujeres

El estudio detalla que la edad es «uno de los factores no modificables» que tiene un importante peso en la reincidencia. La tasa de reincidencia entre los internos de más de 45 años se sitúa en un 11,6% en el caso de hombres, y en el caso de las mujeres, en un 13,2%.

En cambio, entre más jóvenes de entre 18 a 30 la tasa aumenta hasta un 28% en los varones y 25% en las mujeres. El rango de edad comprendida entre los 31 y los 45, la tasa de reincidencia está en 20,3% en la población masculina y el 18,8% en la femenina.

El estudio detalla asimismo que la población femenina comete más robos no violentos (67,7% mujeres y 38,7% hombres) y entre en la población masculina existe una mayor proporción de delitos por violencia de género (16% hombres) y en tránsito (14,7% hombres y 1,6% mujeres). Las mujeres, no obstante, representan solo entre el 8 y el 9% de las personas atendidas por los servicios penitenciarios.

Respecto al tipo de delito cometido en la reincidencia, este tiene mucha relación con el delito cometido en la pena por la que ingresaron anteriormente. De hecho, el estudio señala que la gran mayoría vuelve a repetir el mismo tipo de delito. El delito mayoritario son los robos no violentos (48,3%), seguido de robos con violencia (12,1%).

En cuanto al espacio temporal en el que se concentran las mayores tasas de reincidencia, la investigación quinquenal señala que «el 60% de los reincidentes lo hará antes del primer año de su excarcelación». «Otro 20% cometerá un nuevo delito durante el segundo año, y tres años después, ya habrán reincidido más del 90% del total», detalla.