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Ángel Landa y Julio César Serrano, dos vascos encerrados en posguerra en campos africanos

1.760 republicanos del Estado español estuvieron internados en campos de concentración de Marruecos y Argelia. Eran sobre todo alicantinos, aunque había también murcianos, madrileños, malagueños, valencianos e incluso dos vascos, Ángel Landa Sierra y Julio César Serrano Mateo. Esta es su historia.

Trabajos forzados en Bou Arfa.
Trabajos forzados en Bou Arfa. (UA)

El Archivo de la Democracia de la Universidad de Alacant (UA) ha sacado a la luz la identidad de 1.760 republicanos de diferentes zonas del Estado español que estuvieron internados en los campos de concentración de Bouarfa (Marruecos) y Colomb-Béchar (Argelia) durante la posguerra. Entre ellos se encuentran únicamente dos vascos, según la lista publicada: Ángel Landa Sierra, de Balmaseda (Bizkaia), y Julio César Serrano Mateo, de San Martin Unx (Nafarroa).

El estudio, realizado por dos miembros del consejo asesor del archivo, el historiador especialista en la materia Juan Martínez Leal y Mercedes Guijarro, ha conseguido recuperar los documentos de Cruz Roja Internacional, que visitó los campos en verano de 1942 y cuya copia digital ha sido facilitada por el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.

El listado ya se puede consultar en la web del Archivo de la Democracia de la UA, en el apartado ‘Exilio Republicano en el norte de África’, y «no ha cesado de incorporar nuevos contenidos hasta llegar a convertirse en la publicación de referencia sobre este exilio republicano menos conocido pero de importante trascendencia», explica Martínez Leal. En ese mismo listado puede consultarse la información recogida a cerca de Landa y Serrano.

Las poblaciones en las que encontraban los campos de concentración, Bouarfa (Marruecos) y Colomb-Béchar (Argelia), distaban unos 140 kilómetros a uno y otro lado de la frontera, subraya Martínez Leal, que relata que «el internamiento en estos dos campos y el resto de la zona era en régimen forzoso, con una miserable paga, durísimas condiciones de trabajo, en su mayoría de pico y pala».

Destaca asimismo que el análisis de los datos obtenidos en la documentación del Archivo de la Cruz Roja Internacional permite conocer la procedencia de los internados, con fuerte presencia de nacidos en la provincia de Alacant, seguidos por Murcia, Madrid, Málaga y Valencia.

Ángel Landa, interceptado en Orán

Ángel Landa Sierra nació en Balmaseda en una fecha indeterminada. Era artillero de la Armada republicana y el 7 de septiembre de 1935 ingresó en la base de El Ferrol. Tras mes y medio de instrucción, fue destinado a la base de San Javier a una escuadrilla de hidroaviones Vickers. Durante la guerra estuvo embarcado como artillero en el acorazado Jaime I y los destructores Churruca y Ulloa.

La noche del 5 de marzo de 1938, embarcado entonces en el Ulloa, participó en el combate naval que acabó con el crucero franquista Baleares, hundido frente a las costas de Ibiza. Tras estar convaleciente en el hospital, salió a primera hora del 5 de marzo de 1939 para embarcar en el Tramontana, un barco que contaba en su tripulación con muchos vascos más. El Tramontana se dirigió a Orán (Argelia), para cargar carbón y seguir ruta hacia América. Sin embargo, las autoridades francesas se lo impidieron.

El buque quedó atracado en la base de Mers el Kebir y su tripulación, incluido el propio Landa, fue enviada primero a un centro de internamiento cerca del puerto, y a finales de julio al campo de concentración de Relizane, a unos 200 kilómetros al sur de Orán. Finalmente lo destinaron a Bouarfa, un campo de trabajo en la frontera con Marruecos. La travesía, de 600 kilómetros, fue penosísima, recordaba Landa: «Íbamos custodiados por soldados coloniales árabes. Nos daban de comer pan y latas de sardinas».

En medio del desierto, cerca de la cordillera del Atlas, su compañía tenía que cavar un talud de tres metros en las obras del ferrocarril transahariano. La temperatura a mediodía superaba los 40 grados. Cada trabajador tenía para todo el día una cantimplora con un litro de agua. El último destino de su compañía en Argelia fue una mina de carbón en Kenazda, cerca del campo de Colomb Béchar. Landa evitó el trabajo de la mina porque le hicieron jefe de cocina.

Tras vivir tres años en una posada española de Orán, en agosto de 1946, a bordo del petrolero Minatitlán, pudo emigrar a México. Vivió en la capital federal, hasta que pronto encontró trabajo en una empresa dirigida por un vasco de Portugalete, que antes de la guerra había sido director de Campsa en Bilbo. En esta compañía se jubiló en diciembre de 1990. Recogió sus vivencias en unas breves memorias con título ‘Memorias de un artillero’.

Julio César Serrano, médico pediatra

Julio César Serrano Mateo nació en San Martín Unx, en Nafarroa, el 27 de Mayo de 1895. Era médico pediatra y alergólogo. Al concluir la carrera de Medicina ejerció en Cartagena donde se casó y tuvo cuatro hijos. Políticamente comenzó a militar en las filas del Partido Republicano Radical Socialista y a partir del año 1935 aparece en Unión Republicana. Fue concejal desde 1931, y lo nombraron alcalde en febrero de 1936 tras la reposición del ayuntamiento democrático. Ejerció el cargo hasta comienzos de 1937. Se afilió al PSOE y trabajó en el Hospital Civil.

Finalizada la guerra, se exilió en el norte de África, donde estuvo internado en el centro de internamiento nº 2 de Orán y después en un campo de concentración que los investigadores no han podido concretar. Consiguió llegar a Casablanca (Marruecos), donde embarcó en el Serpa Pinto rumbo a México. Allí comenzó a ejercer como médico en El Salto Pueblo Nuevo (Durango), donde fijó su residencia trabajando en el Seguro Social, el Hospital Civil y en su propio consultorio en la clínica San José. Falleció allí en una fecha sin determinar.