El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó ayer a Belfast en un viaje cargado de símbolos con motivo del 25 aniversario del acuerdo de paz entre republicanos norirlandeses y unionistas. Biden llegó «entusiasmado» con el viaje a una Irlanda que no celebró el aniversario con especial júbilo ni celebraciones, atascada en una crisis política y con la vista más orientada a los retos futuros.
De hecho, la visita de Biden es uno de los principales eventos de las conmemoraciones. «El presidente ha estado entusiasmado hace algún tiempo» con el viaje», avanzó el lunes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby.
El mandatario de EEUU, que presume de orígenes irlandeses, visitará las tierras de sus antepasados en la República de Irlanda, pero comenzó el viaje en el norte, como muestra de la atención de Washington al proceso de paz, pero también a las actuales tensiones políticas que lo agitan y entre las que tendrá que medir su intervención.
Biden ha enviado en los últimos años diversos mensajes a Londres para evitar que sus amenazas de eliminar unilateralmente el Protocolo para el norte de Irlanda pusieran en jaque el acuerdo de paz.
Ayer fue recibido directamente por el primer ministro británico, Rishi Sunak, en la pista del aeropuerto internacional de Belfast. Biden se reunirá hoy con Sunak antes de asistir a una conferencia en la Universidad de Ulster, en Belfast, para destacar «el tremendo progreso desde la firma del acuerdo», en una intervención a la que también están invitados los principales líderes políticos de la región.
Biden: «El objetivo del viaje es asegurar que los acuerdos irlandeses y el Acuerdo de Windsor sigan vigentes para mantener la paz. Eso es lo principal. Y parece que vamos a conseguirlo, crucen los dedos»
El pasado lunes, el primer ministro británico enfatizó que el aniversario del Acuerdo de Viernes Santo era un momento para «celebrar a aquellos que tomaron decisiones difíciles, se comprometieron y mostraron liderazgo».
Pero 25 años después el compromiso parece inalcanzable para hacer funcionar las instituciones de poder compartido –creadas a raíz del pacto– que llevan más de un año paralizadas por el bloqueo constante del unionismo a raíz de sus desacuerdos relacionados con el Brexit.
El partido unionista DUP, visceralmente apegado a la pertenencia del territorio a Reino Unido, exige cambios en las disposiciones post-Brexit que pretenden evitar cualquier frontera física con la República de Irlanda, y se niega mientras tanto a participar en el Gobierno norirlandés.
Incluso los últimos cambios negociados entre el Ejecutivo británico y la Unión Europea han sido recibidos con el rechazo unionista.
«Presionar o influir»
Según medios británicos, Biden tendrá la oportunidad de trasladar su opinión a los líderes de los cinco partidos políticos representados en la Asamblea norirlandesa en un encuentro en el marco de su conferencia.
El ex primer ministro británico Tony Blair, en el poder cuando se firmó el Acuerdo de Viernes Santo en 1998, sugirió al presidente estadounidense que evite presionar a los unionistas. En una entrevista en la BBC advirtió de que cualquier influencia estadounidense debía ser «cautelosa y sensible» con los unionistas.
Blair: «Lo que yo aprendí sobre los unionistas es que si les presionas para hacer algo con lo que están fundamentalmente en desacuerdo, esa presión es normalmente inútil, incluso si viene de EEUU»
«Hay diferencia entre influir y presionar; lo primero puede ser positivo y lo segundo negativo», declaró Blair en referencia a los llamamientos efectuados por Biden al DUP, segunda formación, para que levante su veto sobre los arreglos comerciales del Brexit y acepte formar Gobierno con los republicanos.
«Lo que yo aprendí sobre los unionistas es que si les presionas para hacer algo con lo que están fundamentalmente en desacuerdo, esa presión es normalmente inútil, incluso si viene de Estados Unidos, así que debe usar esa influencia con cuidado», recomendó Blair a Biden.
Por su parte, Downing Street, despacho oficial del primer ministro británico, Rishi Sunak, recalcó que el jefe del Ejecutivo y el presidente de Estados Unidos mantienen una «relación de trabajo increíblemente positiva», pese a que Washington ha presionado a Londres en los últimos años respecto al Brexit.
Encuentro de perfil bajo
Un portavoz de Sunak negó que el encuentro entre ambos mandatarios durante la visita de Biden al norte de Irlanda vaya a ser de perfil bajo, después de que diversos medios hayan indicado que la Casa Blanca prevé una «reunión para tomar café» entre ellos, en lugar de un encuentro bilateral formal.
«No lo definiría de ese modo», afirmó el portavoz de Downing Street al ser cuestionado por el «bajo perfil» del encuentro. «El primer ministro se reunirá con el presidente Biden para abordar áreas de interés mutuo», añadió. Hoy ambos mantendrán una reunión antes del discurso de Biden la Universidad del Ulster. El mandatario estadounidense ha enviado en los últimos años diversos mensajes a Londres para evitar que sus amenazas de eliminar unilateralmente el Protocolo para Irlanda del Norte pusieran en jaque el acuerdo de paz.
Otro de los temas en el encuentro entre Sunak y Biden será la posibilidad de avanzar hacia un acuerdo de libre comercio entre Londres y Washington, uno de los objetivos que se marcó el Gobierno británico tras el Brexit.
Pero el portavoz de Sunak enfrió la perspectiva de un acercamiento a corto plazo. «Un acuerdo de libre comercio no es la única forma de fortalecer la relación entre el Reino Unido y EEUU. Ya tenemos un nivel increíble de comercio con EEUU», sostuvo.
Fuertes medidas de seguridad en Belfast
La Policía norirlandesa (PSNI) ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad ante la llegada a Belfast de Joe Biden. Varias zonas del centro estaban acordonadas por la Policía y el Servicio Secreto de EEUU para impedir el paso de vehículos y controlar el tránsito de peatones. Se levantaron tapas de alcantarillas, perros rastreadores inspeccionaron habitaciones de hotel y la presencia policial se ha reforzado con 300 efectivos traídos de Gran Bretaña. Las medidas estarán activas hasta este mediodía, cuando Biden tiene previsto partir hacia Dublín para seguir su gira de cuatro días por la isla. Londres ya elevó el nivel de «amenaza terrorista» tras el atentado contra un agente en febrero, reivindicado por un grupo republicano. También en la frontera con la República de Irlanda se han desplegado fuertes medidas de seguridad.
Hoy, en Dublín, Biden se reunirá con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, y el presidente, Michael D. Higgins. También se dirigirá a los parlamentarios irlandeses. Además viajará a la ciudad de Ballina, de donde provienen algunos de sus antepasados. Esta identificación con el pasado irlandés, común en presidentes y candidatos de EEUU, también tiene un interés político doméstico, con la vista puesta en las elecciones de 2024.