Getxo se convierte en escala de un turismo de cruceros poco sostenible

El gigante Sky Princess, con 3.479 pasajeros y 1.378 tripulantes, se encargó el miércoles de abrir la temporada de cruceros en el puerto de Getxo. Un turismo que la Autoridad Portuaria de Bilbo está empeñada en desarrollar pero que provoca muchos interrogantes acerca de su sostenibilidad.

El viernes llegó a Olatua, la moderna terminal marítima getxotarra, L’ Austral, del armador francés Ponant, con una capacidad para 264 pasajeros con 164 tripulantes.
El viernes llegó a Olatua, la moderna terminal marítima getxotarra, L’ Austral, del armador francés Ponant, con una capacidad para 264 pasajeros con 164 tripulantes. (Aritz LOIOLA | FOKU)

La escala del enorme Sky Princess, con sus 330 metros de eslora y 10 pisos de altura, ha servido para dar el banderazo de salida a una temporada de cruceros en la que la Autoridad Portuaria de Bilbo espera  que alrededor de medio millón de pasajeros pasen por las terminales marítimas de Getxo y Zierbena, gracias a los buques que hagan escala en los muelles de Arriluze y a las rutas regulares de ferries con Irlanda e Inglaterra. Convertida la llegada del imponente navío de pasajeros en noticia de apertura de informativos, sigue sin aclararse el impacto real en el tejido económico de Bizkaia al margen de obviedades y previsiones que deberán cumplirse.

El buque de la naviera británica-estadounidense Carnival, el mayor operador mundial del sector, abre siete meses de visitas de 80 cruceros en los que predomina el pasaje de origen británico, seguido de norteamericanos y alemanes. En 2019, según los datos de la Autoridad Portuaria, arribaron 50 naves; en 2020, debido a la pandemia, no hubo; en agosto de 2021, se reanudó el tráfico y arribaron 14; y el año pasado se alcanzaron los 78 cruceros, con más de 100.000 turistas en una campaña de récord, a lo que hay que añadir los pasajeros de los ferris, que llevaron a situar el número de pasajeros en 214.028.

No todos los cruceros son de las dimensiones del Sky Princess. El viernes llegó a Olatua, la moderna terminal marítima getxotarra, L’ Austral, del armador francés Ponant, con una capacidad para 264 pasajeros con 164 tripulantes, y ayer, en su primera visita, lo hizo NG Resolution, que puede transportar a 126 cruceristas. En las siguientes dos semanas arribarán Le Bellot, con 184 ocupantes; el Sea- borun Ovation, para 638 turistas; cerrando el mes el Mein Schiff 6, del armador alemán TUI Cruises, donde pueden viajar 2.500 pasajeros; y Le Dumont D’urville, con sus modesta cifra de 184 pasajeros.

Se suma como puerto base

Todos estos cruceros realizan escala en Getxo en el marco de travesías más o menos extensas. Una de las novedades de la campaña es que los muelles de Arriluze se van a convertir en punto de inicio y término de viajes. La primera travesía de estas características partirá el 2 de mayo con destino al puerto israelí de Haifa, tras escalas, entre otras, en Lisboa, Sevilla, Barcelona, Saint-Tropez, Catania, Santorini y Asdod.

Asimismo, la naviera Norwegian Cruise Line adopta Getxo como puerto base para una travesía de doce jornadas, del 7 al 19 setiembre, con escalas en Burdeos, Amsterdam, Londres, Zeebrugge, Le Havre, A Coruña, Vigo y Lisboa. Además de la ruta atlántica, del 19 de setiembre al 1 de octubre tendrá lugar otro itinerario, con salida desde la costa de Bizkaia y con escalas en Lisboa, Portimâo, Cádiz, Gibraltar, Motril, Ibiza, Barcelona, Saint-Tropez, La Spezia y el puerto romano de Civitavecchia. Ambos trayectos los cubrirá el Norwegian Gem, un barco con capacidad para 2.394 pasajeros en sus 15 cubiertas, atendidos por una dotación de 1.070 tripulantes, que cuenta con 14 restaurantes.

Las declaraciones de los responsables de la Autoridad Portuaria desprenden optimismo, aunque reconocen que es un sector complejo, «con muchas variables que pueden trastocar los pronósticos».

«Este es un tráfico –exponen– que exige maduración y tiempo, y demostrar escala tras escala que somos capaces de ofrecer un buen servicio para seguir atrayendo poco a poco a más compañías».

Queda por determinar el impacto económico real de las escalas de no más de doce horas de estas ciudades flotantes en Getxo, al margen de las empresas logísticas. Muchos de los pasajeros no llegan a bajar a tierra, dada la oferta de servicios en los cruceros, otros se limitan a pasear por la localidad vizcaina, aunque los hay que optan por excursiones organizadas en autobús a Bilbo, Burgos, bodegas de Guardia y Haro, Cantabria, Bermeo y Gernika, Hondarribia y Donostia, así como a Donibane Lohizune, Biarritz y Baiona.