Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Y el público también

BEAU TIENE MIEDO
Canadá-EEUU-Finlandia. 2023. 179’ Tit. orig.: ‘Beau is Afraid’. Dtor. y guion: Ari Aster. Int.: Joaquin Phoenix, Patti LuPone, Amy Ryan, Nathan Lane, Dénis Menochet, Armen Nahapetian, Richard Kind.

Joaquin Phoenix caracterizado de Beau en la vejez.
Joaquin Phoenix caracterizado de Beau en la vejez. (NAIZ)

​El oscarizado triunfo de la compañía independiente A 24 con ‘Todo a la vez en todas partes’ (2022) no significa que de repente vaya a conquistar a la gran audiencia, y prueba de ello es el fracaso en taquilla de ‘Beau tiene miedo’ (2023), a pesar de su lujoso reparto encabezado por Joaquin Phoenix. Es más, la película ha sido calificada de ‘suicidio comercial’, del que la crítica no la va a salvar, porque se encuentra divifida entre quienes la consideran genial y quienes no la soportan. Ni siquiera en la productora lo tenían claro, porque el montaje del director duraba cuatro horas, y tuvieron que presionar a Ari Aster para que lo redujera en al menos una hora, y así ha quedado finalmente en tres.

Lo que falta saber, y para eso habrá que dejar pasar un tiempo prudencial, es si este tercer largometraje va a disminuir la reputación adquirida por el autor en sus dos anteriores realizaciones, ‘Hereditary’ (2018) y ‘Midsommar’ (2019).

Joaquin Phoenix hace un auténtico tour de force para representar las distintas edades de su personaje, o al menos tres de ellas, en la juventud, la madurez y la vejez. Para interpretar al Beau adolescente se recurre a Armen Nahapetian, que guarda un asombroso parecido con Phoenix. El otro papel clave es el de la madre, encarnada por la veterana y casi olvidada Patti LuPone. Se relacionan vía telefónica principalmente, lo que no impide que el complejo edípico del protagonista se haga evidente.

Además de cargar con el trauma materno, Beau es agorafóbico y sufre crisis de ansiedad y delirios paranoicos. Cuando su madre le manda un billete de avión para que vaya a visitarla a Florida, acaba suspendiendo el viaje porque le roban la maleta y tiene que tomar su medicación, siempre con agua, tal como recalca obsesivamente. En el edificio de Nueva York donde vive entra a la carrera, al sentirse amenazado por un sicópata. Vive refugiado en su locura y en un mundo subjetivo con una realidad totalmente distorsionada de la que no puede escapar.