La Junta de la Reserva Federal de EEUU (Fed) hizo público el viernes un informe con las conclusiones de su investigación sobre los fallos que impidieron detectar a tiempo la grave situación por la que atravesaba Silicon Valley Bank (SVB). El documento está firmado por el vicepresidente de Supervisión, Michael S. Barr, y es crítico con la gerencia del banco, pero también con su propia actuación y con el Congreso.
En primer lugar, la Reserva Federal señala en su informe que el principal responsable de la quiebra de SVB fue la junta directiva y la gerencia del banco, de la que dice que «no logró administrar adecuadamente los riesgos en los que estaba incurriendo el banco». El informe detalla el rápido crecimiento del banco, así como las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse los supervisores de la Reserva Federal para identificar las vulnerabilidades del banco.
Pero, a renglón seguido, la Fed también hace autocrítica al señalar entre las conclusiones que «los supervisores de la Reserva Federal no apreciaron completamente el alcance de las vulnerabilidades a medida que Silicon Valley Bank crecía en tamaño y complejidad». En su descargo, el informe recoge que entre 2016 y 2022, mientras los activos en el sector bancario crecieron un 37%, el personal de supervisión de la Fed disminuyó un 3%.
No terminan ahí las críticas a su propia actuación. El informe señala que «cuando los supervisores identificaron vulnerabilidades, no tomaron las medidas necesarias para garantizar que Silicon Valley Bank solucionara esos problemas con la suficiente rapidez». Una mención que se ha interpretado como una crítica velada al anterior responsable de supervisión bancarias nombrado por Donald Trump, Randal Quarles.
En el momento de su quiebra, SVB tenía 31 citaciones sin resolver relacionadas con la seguridad y solidez de sus cuentas, el triple de las que tenían sus pares en el sector bancario, según el informe. De modo que la actuación de la dirección del banco fue poco profesional pero la de los supervisores tampoco se puede calificar como diligente.
Cambios en la regulación
Por último, el informe culpa también a los cambios en la Ley de Crecimiento Económico, Alivio Regulatorio y Protección al Consumidor que se aprobó en 2018, que relajó las estrictas normas regulatorias que se aprobaron tras la crisis de 2008. El informe señala que este cambio en la política de supervisión impidió que la supervisión fuera más efectiva al reducir los estándares, aumentar la complejidad y promover un enfoque de inspección menos asertivo. Entre otras cosas, la nueva ley elevó el umbral que se requería para una supervisión más intensiva de 50.000 millones de dólares a 250.000 millones en activos.
En la nota de la Reserva Federal se señala que tanto el vicepresidente de Supervisión Barr como presidente, Jerome H. Powell, están de acuerdo en que la Reserva Federal debe fortalecer su actuación en el ámbito de la supervisión y regulación bancaria.
Quiebra de Silicon Valley Bank
El regulador cerró SVB el 10 de marzo, después de que los clientes retiraran 42.000 millones de dólares el día anterior y pusieran en cola solicitudes por otros 100.000 millones a la mañana siguiente. El miedo desencadenó salidas masivas de depósitos en otros bancos regionales que se consideraba que tenían debilidades similares, incluida una gran proporción de depósitos no asegurados.
La caída de SVB provocó la quiebra de Signature Bank en Nueva York y dejó en la cuerda floja a First Republic Bank. Tanto la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) como el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal continúan intentando organizar un rescate privado para este último banco.