Osasuna ha acabado cayendo en el feudo blaugrana, pero seguro que su afición se ha sentido orgullosa de su equipo por el esfuerzo y arrojo que le ha puesto ante el líder en su casa y durante toda una hora en inferioridad numérica.
Aunque ha sido la escuadra que a no mucho tardar se hará con el título liguero quien ha llevado el dominio, el conjunto de Arrasate ha sabido defenderse con orden y ayuda en la primera media hora, sin que Aitor Fernández haya tenido que esforzarse para mantener su portería a cero, más allá de un centro chut de Abde (m.15).
El lateral zurdo azulgrana es el que más peligro le ha generado al bloque navarro, pues de un centro suyo ha llegado una de las mejores oportunidades locales, pero Pedri no ha sabido conectar el centro en un posición muy favorable (m.25).
Las cosas se han puesto bastante más complicadas para Osasuna poco después. Tras una primera llegada rojilla con empalme final defectuoso de Pablo Ibáñez (m.26), ha acontecido la expulsión del debutante liguero Herrando, quien se ha visto obligado a agarrar al talentoso jugador canario cuando ya se marchaba hacia el arco navarro apenas un minuto después.
Ese infortunio ha obligado a un ejercicio defensivo todavía más intenso. Ibáñez se ha incrustado como central izquierdo, a la par que el Barça ha apretado al verse en superioridad numérica.
Cierto que los visitantes han sufrido algo más, con una falta de Raphina que ha golpeado en la parte superior del travesaño (m.28), un balón al que no ha llegado en plancha por poco Koundé (m.29) y una pelota que le ha quitado de la cabeza Diego Moreno a Ansu Fati (m.42), pero ello no ha impedido que Osasuna también saliera con precisión hacia el marco de Ter Stegen.
Una muy buena jugada trenzada entre varios rojillos ha terminado con el disparo raso y no muy alejado del palo desde la media luna de un Torró que, como Chimy Ávila, ha salido de inicio para probarse de cara a la final copera.
Su chut ha dado paso al descanso después de una primera parte en la que ninguno de los dos equipos han conseguido embocar disparo alguno con peligro hacia la portería contraria.
Solo ha caído al final
Aitor se ha tenido que hacer grande tras la reanudación. Hasta en tres ocasiones ha impedido los problemas en su meta. Para empezar, obstaculizando un centro de Ansu Fati (m.49) y protagonizando una gran intervención a remate a bocajarro de De Jong (m.56).
El festival del guardameta de Arrasate no ha acabado ahí. Todavía ha estado lo suficientemente ágil y rápido como para detener con una buena estirada un disparo raso de Ansu Fati (m.61).
A ello hay que unir que el Barcelona no ha tenido excesiva puntería hasta ese momento, con un Dembelé que ha dispuesto de toda la meta rojilla para él en el 62, pero ha conectado a bote pronto y con la zurda bastante mal.
Pese al asedio, Osasuna no ha perdido su descaro, como el que ha tenido Iker Muñoz –ha salido tras el descanso– para sacarse un derechazo que ha repelido a dos manos Ter Stegen (m.66), cuyo rechazo lo ha mandado arriba un incisivo Barja.
El agobio ha ido in crescendo, pero este Osasuna tiene una capacidad de sacrificio memorable e incluso ha intentado salir con el balón jugado, si bien al estar muy metido atrás ello ha dificultado la tarea.
Aitor ha vuelto a sacar su manopla a pasear ante otro chut raso de Lewandowski (m.67) y se ha interpuesto en el camino del delantero polaco en un balón interior, aunque su despeje ha acabado siendo rematado por Ferrán Torres, en un balón que salido lamiendo el poste (m.76).
Una vez más, la escuadra rojilla no le ha perdido la cara al encuentro y se ha acercado a los dominios de Ter Stegen, con una volea de Ibáñez que se ha topado con el brazo pegado al cuerpo de Araujo (m.78).
La agonía osasunista ha concluido para su desgracia a falta de cinco minutos para la conclusión del tiempo reglamentario. Un balón bombeado de Lewandowski no ha podido ser despejado por la agotada zaga navarra y ha acabado con un remate con el exterior de Jordi Alba para subir el 1-0 al luminoso.
Sin nada ya que perder, los de Arrasate han adelantado líneas y ahí los locales han dispuesto de dos claras ocasiones de Pedri y Ansu Fati que, en la línea de todo el choque, han vuelto a marrar.
Osasuna se ha marchado del Camp Nou con la cabeza muy alta y demostrando la profundidad de banquillo de un bloque solidario y sacrificado. Con uno más sobre el campo y sin la final copera a la vuelta de la esquina, seguramente el resultado hubiera sido bien diferente.