Cabía esperar que el hecho de que la asociación Aranzadi hubiera desactivado las web de memoria de varios ayuntamientos vascos, entre ellos el de Galdakao, y las explicaciones que los autores y otros expertos han dado sobre el método empleado para su elaboración habrían desactivado la proposición no de ley presentada por PNV y PSE en el Parlamento para, entre otros puntos, instar al alcalde de este municipio vizcaino a retirar un listado de víctimas que ya es inaccesible. Pero aunque los partidos del Gobierno de Urkullu han cambiado la literalidad de su texto a través de un acuerdo con Elkarrekin Podemos-IU, lo cierto es que su discurso ha variado muy poco en su intención de atacar a EH Bildu.

Y así, Miren Gallastegi, del PSE, ha construido su discurso sobre la afirmación de que «los socialistas acreditamos una excelente hoja de servicios en políticas de reparación y justicia hacia las víctimas del terrorismo y de la violencia». Mientras que el jeltzale Iñigo Iturrate ha arrancado afirmando que «Txapote no es ni Gregorio Ordóñez ni Fernando Múgica ni Miguel Ángel Blanco ni José Luis Caso ni José Ignacio Iruretagoyena ni Manuel Zamarreño. Txapote es el asesino de todos ellos».

En ese marco se ha desarrollado el debate parlamentario sobre algo que ya no existe pero que convenía mantener a tres semanas de unas elecciones municipales poniendo en el disparadero a un Ayuntamiento en el que 2019 EH Bildu y otras agrupaciones descabalgaron de la alcaldía al PNV que, por cierto, proponía como candidato a Fernando Izagirre, al que luego tuvo que cesar como director de Emergencias del Gobierno de Lakua por la investigación judicial que tiene abierta por malversación de fondos en la DYA.

«Aviso a navegantes»

PNV y PSE han querido pasar por alto que las webs han sido realizadas por la prestigiosa asociación Aranzadi. Aunque Miren Gallastegi ha advertido de que pese a su desactivación «hay un aviso a navegantes, ¿vale? Y es que esas páginas que, tal y como señalan algunos ayuntamientos, no están disponibles provisionalmente, desde luego no lo van a volver a estar si sus contenidos no protegen la memoria de las víctimas, no deslegitiman la violencia, no evitan confusiones innecesarias».

Mientras que, como siempre hay quien va más lejos, la parlamentaria de Vox ha asegurado que «hay que evitar riesgos futuros para que la sociedad Aranzadi no vuelva a tener estos patinazos». Y habla de condenas. Porque propone que «también hay que hacer caer todo el peso de la justicia sobre personas, colectivos, partidos políticos e instituciones que vulneren lo dispuesto en la Ley 29/2011, del 22 de septiembre, de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo».

«Aranzadi, muy dolidos»

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha expuesto que pensaba que una vez retiradas las web este punto no se hubiera tratado, y ha afirmado que «hemos estado con responsables de Aranzadi y hemos estado con los técnicos, y están dolidos, están agraviados, están indignados. Sí, por esta campaña, por este artefacto político que se ha puesto en marcha».

Equivocadamente. Arzuaga ha pensado que mencionar un reciente articulo de opinión del catedrático Jon Mirena Landa, que fue director de Derechos Humanos en el Gobierno de Juan José Ibarretxe, defendiendo el trabajo teórico y práctico de Aranzadi podría hacer reflexionar a PNV y PSE. No lo ha conseguido.

Miren Gallastegi le ha respondido que «no voy a entrar en Aranzadi, pero lo que sí voy a entrar es que no voy a compartir de ninguna manera ni la mitad de las cosas que muchas veces le he oído decir a Jon Mirena Landa, de la misma manera que lo he dicho cuando ha tenido ocasión de comparecer en este Parlamento. Así que se lo digo para que usted sepa y tenga constancia también de esto».

Por su parte, Iñigo Iturrate ha contestado que Arzuaga, con su referencia al catedrático Landa, «me obliga a recurrir al mismo argumento de autoridad de otra persona reconocida en el ámbito de los derechos humanos en este país como es el profesor Mikel Mancisidor, miembro relator del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas con sede en Ginebra y que ha evaluado el cumplimiento de los derechos humanos en muchos países, y de las violaciones de los mismos», que siendo socio de Aranzadi se ha mostrado crítico con estas páginas.

Señalamiento de Aranzadi y la web de Sabino Arana

Arzuaga ha lamentado que la posición del PNV ha «dejado en bandeja a los señores del PP, que les ha interesado arramblar con todo» y ha apuntado que «lo que me importa es si ustedes van a seguir jugando con el prestigio y si van a seguir poniéndoles alfombra roja para que empiecen a señalar y para que empiecen a atacar al señor Paco Etxeberria y, por elevación, a todo Aranzadi. Y ahora lo conviertan en una especie de apologetas de etarras».

El parlamentario de EH Bildu ha recordado que Jon Mirena Landa hablaba del «pánico moral» y «linchamiento mediático» que se ha pretendido instalar con esta polémica artificial. Ha puesto sobre la mesa que la web de la Fundación Sabino Arana glosaba la figura de Eustaquio Mendizabal, ‘Txikia’, «jefe y militante de ETA ponía. Fue asesinado por la policía en vísperas del Aberri Eguna. ‘Txikia’, entregado y dedicado profundamente a la causa de ETA, tomó parte activa en la mayoría de sus acciones. Tras las numerosas actuaciones en las que intervino, Mendizabal se convirtió en un destacado objetivo de la Policía».

Julen Arzuaga se ha preguntado «si ahora el PSE se va a atrever también a solicitar a la Fundación Sabino Arana que retiren este tipo de menciones; si enviarán a Denis Torquemada Itxaso a que aplique todo el peso de la ley y si les amenazarán con judicializarlo o con querellas interpuestas por el abogado del Estado, o como les ha dicho Ortuzar, tendrá que atender a eso de que después del 28M hay un 29».

El nuevo texto

La enmienda transaccional aprobada con los votos de PNV, PSE, EP-IU, PP+Cs y Vox ya no habla del Ayuntamiento de Galdakao, sino que «insta a todos los agentes institucionales y sociales a que todas las herramientas e iniciativas relacionadas con víctimas y memoria respondan a los criterios establecidos por los organismos internacionales de derechos humanos, así como a las pautas establecidas por el Instituto Gogora entre las que se encuentran las de no excluir, no legitimar, y no diluir», que son las que Aranzadi ha dicho seguir.

Además invita a seguir por los caminos abiertos ya por las instituciones, aunque resulta más que dudoso que esto se haya respetado en todo lo relacionado con este rifirrafe.