Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Ozon recupera el vodevil de los años 30

MI CRIMEN
Estado francés. 2023. 102’ Dtor. y guion: François Ozon, sobre la obra teatral de Georges Berr y Louis Vereneuil. ​Prod.: Eric Altmayer y Nicolas Altmayer. Int.: Nadia Tereskiewicz, Rebecca Marder, Isabelle Huppert.

Nadia Tereskiewicz (acusada) y Rebecca Marder (abogada).
Nadia Tereskiewicz (acusada) y Rebecca Marder (abogada). (NAIZ)

​Sabido es que François Ozon maneja igual de bien varios registros, cuando se pone serio y le da por intrigas surrealistas, cuando trata temas de denuncia social, cuando se inspira en su amado Fassbinder, y también cuando se recrea en los repartos corales y las farsas teatrales.

En este último apartado pudimos gozar en el pasado de ‘8 mujeres’ (2002) y de ‘Potiche’ (2010). Y, como no hay dos sin tres, para alegría de sus incondicionales vuelve a contar con un lujoso elenco, ambientación de época y aires de vodevil en ‘Mon crime’ (2023). Por supuesto que, al tratarse de una obra teatral de Georges Berr y Louis Verneuil escrita en 1934, Ozon aprovecha el elemento retro para homenajear a la screwball comedy de Ernst Lubitsch y Howard Hawks, claro que con el toque francófono nostálgico.

Esta intriga criminal protagonizada por una mujer acusada de asesinato se inspiró en su momento en el caso histórico de Violette Nozière, que tuvo su adaptación homónima en la película del maestro Claude Chabrol ‘Violette Nozière’ (1978), que le valió a Isabelle Huppert el premio de Mejor Actriz en el festival de Cannes y a Stéphane Audran el César de Mejor Actriz Secundaria. No parece, pues, que la presencia de la Huppert, 45 años después, en ‘Mon crime’ (2023) sea ninguna casualidad.

Además de con la citada Isabelle Huppert, el gran reparto coral cuenta con Fabrice Luchini, André Dussollier, Dany Boon, Félix Lefebvre, Franck De La Personne, Michel Fau, Daniel Prevost, Myriam Boyer y Jean-Christophe Bouvet. Sin embargo, para la pareja estelar Ozon apuesta por las menos conocidas Nadia Tereskiewicz y Rebecca Marder. La una es la actriz principiante Madeleine y, la otra, su compañera de piso Pauline, que como es abogada la defenderá en el juicio por el crimen de un productor, que según la principal sospechosa pretendió abusar de ella. Esto le confiere una repentina fama que la diva del momento no puede soportar, por lo que también se declarará culpable.