En la presentación de su programa para la ciudad, la candidata del PSN al Ayuntamiento de Iruñea, Elma Saiz, ha sacado pecho de su gestión como consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Nafarroa, que ha asegurado que quiere trasladar a la capital para «sacarla de la parálisis».,
En una comparecencia ante los medios, ha desgranado las «siete misiones que nos hemos marcado» para hacer de Iruñea «una ciudad moderna, preparada, innovadora; una capital europea».
En el terreno social, ha explicado que, como alcaldesa, crearía una concejalía de personas mayores e impulsaría una carta social de servicios sociales, además de potenciar una ciudad feminista. Este último ha señalado que es «un compromiso personal» y que asumiría en primera persona todo lo relacionado con las políticas de igualdad y violencia machista.
Vivienda protegida
En el ámbito de la sostenibilidad, ha asegurado que ejecutará el plan de vivienda protegida, con un impulso especial en las zonas de Etxabakoitz y Donapea, contemplando que, en estos casos, la mitad de la vivienda creada sea protegida. Asimismo, ha afirmado que mejorará la limpieza de la ciudad y que potenciará el plan fluvial del río Arga.
En relación a Iruñerria, plantea que la capital sea «el motor de la comarca», ya que considera que en estos momentos «vive de espaldas» a ella. Y en el caso concreto de Erripagaina, ha indicado que «hay que darle una solución y dotarle de servicios municipales».
Dentro de lo que ha denominado como «ciudad próspera», se decanta por «una mayor conectividad a través del TAV», por «un turismo saludable» y por «resignificar Los Caídos y dar una solución al paseo Sarasate»
En el terreno de la «ciudad educadora», apuesta por extender la red Civivox a barrios como Arrosadia, Txantrea y Lezkairu, y en ampliar la red de escuelas del 0-3 años y su gratuidad.
Y finalmente, se decanta por impulsar un pacto de convivencia y que «la tecnología se integre para gestionar todos los servicios», e incluso se ha comprometido a «dotar de wifi gratuita a toda la ciudad».
A través de estas medidas, la candidata del PSN ha señalado que busca «acabar con la parálisis de más diez años» de la ciudad «por la incapacidad de gestión de UPN y EH Bildu sin confrontar». Una tarea en la que ha considerado muy importante su bagaje de gestión como consejera de Economía y Hacienda en el Gobierno navarro estos últimos cuatro años y que le serviría para buscar «la solvencia económica» de Iruñea, donde se han cerrado 800 negocios.
En este sentido, ha asegurado que «lo que es bueno para Navarra es bueno para Pamplona», y ha puesto de relieve los pactos presupuestarios alcanzados durante la legislatura en el Parlamento, por lo que ha señalado que «urge una nueva forma de política basada en el diálogo».