El PNV lleva ya semanas dando muestras de que va a centrar su campaña en movilizar a su electorado, puesto que como confesó esta misma semana el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, tienen «la sensación de que tenemos a la sociedad en otras cosas y que no sabe muy bien todavía lo que tenemos entre manos».
Lo dejó claro ya en su mitin del Aberri Eguna, donde vistió con un kaiku «pasando calor», según él mismo dijo. «¿Por qué? Porque vienen días intensos en los que se tiene que notar que somos el PNV. Es un toque de corneta para que vayamos a pedir el apoyo y a seguir liderando los ayuntamientos, las diputaciones y las juntas generales, con el objetivo de dar confianza y estabilidad a este país», explicó.
Es innegable que el PNV domina el mapa institucional en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, pero deben de tener datos que no les gustan demasiado, puesto que el propio Ortuzar apunta que hace cuatro años su formación obtuvo «unos magníficos resultados, muy difíciles de superar».
Una preocupación difícil de entender si de verdad creyeran en Sabin Etxea que, como dicen, «las cosas han funcionado relativamente bien», estos pasados cuatro años en las instituciones que han gobernado.
El PNV, como ya es costumbre en estos casos, arrancó su campaña en Gasteiz, donde a la nueva candidata a la alcaldía, Beatriz Artolazabal, y al ya veterano Ramiro González, les acompañaron líderes del partido y el propio lehendakari Iñigo Urkullu.
Geroa Bai En Nafarroa, el PNV va subsumido en la coalición Geroa Bai, encabezada por Uxue Barkos, la política más valorada del territorio, según el CIS publicado ayer. La aspiración de Geroa Bai es la de mantener su posición actual en el mapa foral y poder seguir formando parte del Gobierno que hoy por hoy encabeza María Chivite.