ELA y UGT han suscrito este martes un acuerdo con las patronales del sector de residencias de Bizkaia para renovar el convenio que incluye una subida salarial al 23%, según ha informado el sindicato ELA.

Representantes de ELA, sindicato que tiene una representación del 64% en el sector, han dado a conocer el acuerdo una vez finalizada en la sede del CRL en Bilbo la reunión de la mesa negociadora, que fue convocada este pasado lunes a última hora de hora.

El sindicato ha señalado que el convenio, con vigencia 2021-2025, incluye una subida salarial superior al 23% y ha precisado el salario de la gerocultora pasará de los 1.460 euros mensuales a los 1.800 euros en 2025, con una subida salarial mensual de 340 euros.

Además, recoge un «incremento en pluses de domingos y antigüedad por encima del 22%; garantiza la aplicación del convenio y todas las cláusulas antirreforma que en su día CEBEK rechazó; y garantiza la sustitución del primer día según lo establecido por la normativa aplicable».

Asimismo, «la patronal se compromete a la contratación estable y la empleabilidad de las personas trabajadoras teniendo en cuenta las necesidades asistenciales», e incluye un «compromiso real» de impulsar planes de igualdad y de euskara y mejoras en materia de conciliación.

Dos años de movilizaciones

Y ha convocado a sus trabajadoras a una asamblea, en la que han ratificado el acuerdo y han decidido por unanimidad poner fin a este conflicto laboral que ha durado casi dos años y 68 días de huelga, afectando a más de 5.000 trabajadoras.

«Las patronales se han negado a negociar, pero gracias a la movilización y los 67 días de huelga, se ha podido alcanzar un acuerdo», ha aseverado. 

En este sentido, ha destacado «la lucha de un sector feminizado e invisibilizado, que tuvo que pelear también en el anterior convenio con 378 días de huelga». «Es un nuevo paso, muy importante, en la dignificación de las condiciones de trabajo y de vida de las trabajadoras del sector y un avance también para la mejora de las condiciones de vida de las personas usuarias del sector», ha manifestado.

«Ahora, ELA seguirá con su trabajo sindical residencia a residencia, para dignificar y mejorar tanto las condiciones laborales del sector, así como el servicio prestado en un sector donde aún es absolutamente necesario un cambio de modelo de los cuidados», ha concluido.

«Luchar merece la pena»

En representación de las trabajadoras del sector, Ana Romay ha destacado que las trabajadoras de residencias de Bizkaia, «en el 20 aniversario de nuestro convenio, podemos decir alto y claro que luchar merece la pena».

«Las mujeres de Bizkaia decidimos hace dos décadas que íbamos a liderar el cambio y a ocupar las calles, y lo hemos hecho. Decidimos que íbamos a dejar de ser invisibles y aquí estamos porque los cuidados tienen que estar en primer línea de la lucha y así seguimos reivindicándolos porque nos va a tener siempre enfrente en defensa de unos cuidados de calidad», ha asegurado.

«Quedan pendientes algunas cuestiones importantes»

Por su parte, desde UGT Euskadi han destacado que, a través de la negociación y de las movilizaciones, se ha conseguido un convenio que «recoge las prioridades solicitadas por el personal trabajador de residencias, principalmente que no se queden atrás con la pérdida de poder adquisitivo».

No obstante, han señalado que «quedan pendientes algunas cuestiones importantes», en las que UGT se compromete a «seguir trabajando, a través de la comisión paritaria del acuerdo, para disminuir las cargas de trabajo y los problemas organizativos en las residencias, generadas en la mayoría de los casos por la falta de personal».

A este respecto, ha avanzado que seguirá trabajando en este convenio de residencias para «equipararlo al negociado y firmado» por esta central Gipuzkoa, que, a su juicio, «contempla garantías laborales y salariales por encima del de Bizkaia».

LAB: «El caldo gordo al PNV»

En un comunicado, LAB ha advertido de que el preacuerdo «fortalece las políticas neoliberales» del PNV y ha lamentado que los sindicatos firmantes le hagan «el caldo gordo» a la formación jeltzale «a cuatro días de las elecciones forales».

En este sentido, ha criticado que, aunque «han cedido, ha sido en la actualización salarial», no se contemplan «mejoras sociales» que son «necesarias».