El gran túnel bajo la Ría, que unirá Getxo y Portugalete, es el proyecto estrella del PNV en cuanto a infraestructuras viarias. Las obras arrancarán en 2004 y está previsto que a partir de 2028 entre en funcionamiento.
Los responsables forales aseguran que va a ayudar a descongestionar el tráfico rodado en el área metropolitana de Bilbo, al convertirse en la alternativa al puente de Rontegi, permitiendo que muchos vehículos procedentes de Uribe Kosta conecten a través de las galerías de más de 3 kilómetros con la Supersur.
Los jeltzales venden con entusiasmo el proyecto, tratando de convencer a la opinión pública de que la inversión de más de 400 millones de euros está justificada. Ese fervor ha jugado este jueves una mala pasada a la candidata a diputada general, Elixabete Etxanobe, que ha afirmado que el subfluvial permitirá la conexión «con Francia y con la meseta».
Es bien sabido que, como recoge la expresión, todos los caminos conducen a Roma pero hoy, en el desayuno informativo en Fórum Europa-Tribuna Euskadi, la de Otxandio ha pretendido emular al popular Buzz Lightyear, de la franquicia Toy Story con su «¡Al infinito y más allá!».
Era el turno de preguntas y a la aspirante a suceder a Unai Rementeria le han preguntado por infraestructuras y han comenzado, bajo la atenta mirada del presidente del EBB, precisando que el PNV lo hace en clave de «movilidad y sostenibilidad». Su proyecto estrella, ha apuntado, el túnel bajo la Ría. Desde la Diputación lo consideran «una vía de conexión interna del territorio», aunque ha ido más allá al asegurar que lo es asimismo «con Francia y con la meseta».
No ha querido precisar más, dejando claro que con él «vamos a completar y terminar la red de carreteras del territorio». Nerviosa, Etxanobe ha añadido que la unión con la Supersur tiene también su relevancia para el puerto para «poder las mercancías del puerto».