Hoy por hoy hay en la CAV dos grandes instituciones, aunque no son las únicas, en las que un partido ganó las elecciones el pasado domingo y se anuncia la intención de una segunda fuerza de hacerse con el gobierno. Una es Gasteiz, donde venció Rocío Vitero, de EH Bildu; para arrebatarle la alcaldía, Maider Etxeberria, del PSE, necesitaría, además del PNV, con el que no le da la suma, a PP o a Elkarrekin Podemos. La otra es la Diputación de Gipuzkoa, donde la jeltzale Eider Mendoza quiere desbancar a la ganadora, Maddalen Iriarte, que le sacó 5 escaños de diferencia (en un reparto de 51), para lo que también necesitaría extrañas combinaciones. Vamos, que la «txapela» de un acuerdo general PNV-PSE no es suficiente en ninguno de ellos.
En este contexto ayer se dieron dos anuncios importantes. Por un lado, Elkarrekin Podemos cerró la puerta a pactar con el PNV en Gasteiz y Araba porque «mira al modelo del PP». La candidata morada, Garbiñe Ruiz, señaló que «las urnas han dado una mayoría progresista y tiene que materializarse en gobiernos de izquierdas para dejar atrás políticas neoliberales». Y cabe pensar que esta premisa la mantendrá en Gipuzkoa.
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó la Junta Directiva Nacional de su partido para anunciar que «pongo desde ya los votos de mi partido al servicio del constitucionalismo para retirar a Bildu cualquier posibilidad de gobierno». Admitió que la subida de la izquierda independentista en estas elecciones es «una preocupación para todos», porque «nadie puede descartar que ese partido compita por la Lehendakaritza el año próximo».
Gasteiz no será gratis
En el caso de Gasteiz, está claro que si la candidata del PSE, Maider Etxeberria, quiere ser alcaldesa deberá serlo con el apoyo de Ainhoa Domaica, fiel escudera en su día de las políticas xenófobas de Javier Maroto, y que fue la tercera más votada el pasado domingo. No le basta un pacto con Beatriz Artolazabal, la sustituta de Gorka Urtaran, que llegó a la alcaldía en 2015 siendo tercero y con el voto de EH Bildu.
Pero sucede que, a pesar de las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo, el PP de Araba quiere poner precio a su apoyo. Su presidente, Iñaki Oyarzabal avanza que «no tiene sentido pactar en Vitoria y no respetar al PP en Labastida y Laguardia». Y añade que harán falta también compromisos en materia de seguridad, tráfico, limpieza, sanidad y, sobre todo, modificaciones en el BEI. Lo decía ayer en una entrevista en “El Correo”.
Es más, añadía que igual ese proyecto de cambio lo tiene que liderar la candidata del PP, que fue la tercera con seis concejales, que son los mismos que el PSE y el PNV. Oyarzabal recuerda que en 2015 Urtaran se hizo con la vara de mando con solo 5 ediles.
Quizá Gipuzkoa, tampoco
La composición de las Juntas Generales de Gipuzkoa es de 22 escaños de EH Bildu, 17 del PNV, 7 del PSE, 3 del PP y 2 de Elkarrekin Podemos. En un cara a cara entre Maddalen Iriarte y Eider Mendoza, parece factible que la primera obtuviera el apoyo de la coalición morada y la segunda la de su socio habitual. Eso da lugar a un empate a 24.
Por lo tanto, el desempate estaría en manos del PP. Según su candidato, Mikel Lezama, «para apoyar a Mendoza hay que negociar si entramos al gobierno». «Sería importante que tuviéramos presencia en Diputación porque Gipuzkoa se juega muchísimo», afirmó ayer en una entrevista mantenida con “El Diario Vasco”.
Aunque tanto lo que dicen Iñaki Oyarzabal y Mikel Lezama hay que tomarlo dentro de los preliminares de cualquier negociación, también hay que tener en cuenta que la constitución de esas instituciones se va a dar en plena campaña electoral de los comicios del 23 de julio, y supone conceder gobiernos y aceptar votos de quienes declaras como tus máximos adversarios políticos.
Y luego hay que gobernar
También hay que tener en cuenta que quien acceda a una alcaldía o a una diputación desde una posición minoritaria y a contrapelo, después va a tener que seguir buscando mayorías durante los próximos cuatro años.
Una tarea que se puede hacer mucho más ardua cuando la fórmula aceptada para ser elegida es la suma de contrarios, como ocurriría en Gasteiz y en la Diputación de Gipuzkoa.
La «oferta» de PSN en Iruñea
Por otra parte, desde el PSN, Elma Saiz sigue con las cuentas de la lechera e insiste en que se presentará para ser alcaldesa de Iruñea pese a lograr solo cinco concejales y ser la tercera fuerza más votada. Espera contar con Geroa Bai y Contigo-Zurekin para desbancar a Asiron, obviando que necesitaría el voto de EH Bildu,
Como informó Martxelo Díaz, Elma Saiz compareció ayer en la sede del PSN en una convocatoria de urgencia para intentar explicar su posición. Insiste en una fórmula perdedora que, como consecuencia, supondrá que UPN mantendrá la alcaldía de Iruñea en la persona de Cristina Ibarrola.
«PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra tienen más apoyo social que EH Bildu», señaló Saiz en su comparecencia, intentando reforzar su argumento en que la suma de las tres candidaturas tuvo mil votos más que la de Asiron.
Pero es evidente que esa fórmula puede tener otros componentes, puesto que EH Bildu, Geroa Bai y Contigo Navarra sumados estarían muy por encima del PSN. Y el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ya avanzó ayer en Radio Euskadi que Geroa Bai apoyará el 17 de junio a Joseba Asiron.
Joseba Asiron descartó este tipo de «terceras vías» que no respeten el «principio democrático básico de alzar a la alcaldía a la fuerza progresista más votada», porque quiso dejar claro que «las terceras vías que excluyan al lugar que las urnas le han dado a EH Bildu solo conllevan gobiernos de la derecha».