Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

«Necesitamos y debemos tener una Inteligencia Artificial feminista»

«Necesitamos y debemos tener una Inteligencia Artificial feminista», han concluido Quan Zhou, Iratxe Gómez y Lorena Fernández, tres referentes en ciencia y tecnología, que han participado este lunes en Bilbo en un debate organizado por Emakunde sobre la perspectiva de género en este ámbito.

Iratxe Gómez, Quan Zhou y Lorena Fernández, durante su distendida charla.
Iratxe Gómez, Quan Zhou y Lorena Fernández, durante su distendida charla. (@goikodeustu)

No queda otra que promover la perspectiva de género en el diseño de la Inteligencia Artificial, así como aumentar la presencia de mujeres en entornos científicos-tecnológicos, si se quieren mitigar los sesgos machistas que controlan la Inteligencia Artificial. «Necesitamos y debemos tener una Inteligencia Artificial feminista», han defendido Quan Zhou, Iratxe Gómez y Lorena Fernández, tres referentes en ciencia y tecnología.

Es la principal conclusión de la jornada organizada este lunes a la tarde por Emakunde en Bilbo coincidiendo con el aniversario de la presentación del Pacto de País por la Igualdad y Vida libres de violencia contra las mujeres. Ha sido un preámbulo al Congreso Internacional ‘Igualdad, ciencia y tecnología. Por un cambio de paradigma’, que se celebrará los días 23 y 24 de octubre en el Palacio Miramar de Donostia.

En la presentación de la jornada, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha advertido de las «nuevas preocupaciones» que se abren en un escenario de desarrollo tecnológico. «Por ejemplo», ha expuesto, «el riesgo de separar artificialmente la tecnología del contexto social y de la complejidad de la sociedad. O conocer cómo afectan los roles y estereotipos sexistas a los sistemas algorítmicos».

En un debate en formato podcast, la creadora Quan Zhou; Iratxe Gómez, la zamudioarra que pone voz a Siri, el asistente virtual de Apple; y la ingeniera informática Lorena Fernández han dialogado acerca de la realidad de un mundo tecnológico copado por hombres en el que se transmiten valores que poco tienen que ver con el feminismo.

Un mundo machista

En una conversación distendida, que ha dado pie a más de una carcajada entre las personas presentes en el acto, Zhou ha recordado que el 75% de hombres copan las empresas tecnológicas referentes, al tiempo que Fernández ha pedido que se tenga en cuenta, por ejemplo, el sesgo machista del traductor de Google que utilizan millones de personas a diario.

En el tono irónico en que ha transcurrido la charla entre estas tres mujeres, Gómez, que es también profesora, ha hablado cómo las voces de los navegadores de los automóviles pasaron de ser masculinas a femeninas, aunque ha reconocido que costó, porque los responsables de la industria automovilística se resistían a reconocer las ventajas de que fuera una mujer quien nos dirigiese en el vehículo.

Fernández ha puesto otro ejemplo sangrante, como es la normalización de los acentos neutros en los call center, donde sobre todo trabajan mujeres migrantes, a través de asistentes virtuales.

Han coincidido en la importancia de que exista diversidad en los equipos humanos que trabajan en Inteligencia Artificial, también en los datos que se introducen para ir acabando en lo posible con los sesgos, así como en las empresas tecnológicas desde una perspectiva ética y de género.

En el mundo científico-tecnológico, han alertado sobre la desaparición de las mujeres en las ingenierías informáticas y también en las matemáticas, algo que hay que revertir si se aspira a una Inteligencia Artificial feminista en un «mundo patriarcal y machista».

Miren Elgarresta, directora de Emakunde, ha destacado que «es necesario pensar en el mundo de la ciencia y la tecnología como una oportunidad para acelerar la consecución de la igualdad».

Una tecnología digital «sensible al género», ha apuntado, representa «una oportunidad única para el empoderamiento de las mujeres, para su participación en el diseño de la tecnología y para la eliminación de todas las formas de desigualdad en la era digital».