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Más de 200 jóvenes en situación de vulnerabilidad participan en la Travesía Transpirenaica

Más de 200 jóvenes en situación de vulnerabilidad están participando en una nueva edición de la Travesía Transpirenaica Social Solidaria, que enlaza el cabo de Higer, en Hondarribia, y el de Creus, en Girona, con el objetivo de impulsar la integración de esos jóvenes e implicar a la sociedad.

Los marchistas disfrutan de las vistas de un lago de los Pirineos.
Los marchistas disfrutan de las vistas de un lago de los Pirineos. (TRAVESIA TRANSPIRENAICA SOCIAL SOLIDARIA)

Con el objetivo de impulsar la integración y bajo el lema ‘Tu futuro, tu decisión’, un total de 220 jóvenes en situación de vulnerabilidad están participando en la Travesía Transpirenaica Social Solidaria, durante la que recorrerán 700 kilómetros a lo largo de 37 días.

Entre los participantes figuran personas refugiadas de origen ucraniano, venezolano y afgano vinculadas a la organización Servicio Socioeducativo Intercultural (SEI) y a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de Nafarroa.

Junto a ellos participan 80 educadores de diferentes entidades sociales y voluntarios que acompañan a los jóvenes en su ruta desde el cabo de Higer, en Hondarribia, al del Creus, en Girona, donde finalizará el 20 de julio.

Debido a la dificultad y tiempo del recorrido, solo un grupo de los jóvenes realiza el recorrido completo y los demás hacen etapas de cuatro o cinco días por senderos y rutas de gran recorrido.

En marcha desde 2013

El objetivo de esta marcha consiste en «impulsar la integración de estos jóvenes, así como implicar y sensibilizar a la sociedad», según ha señalado Irene Zendrera, directora de la travesía. Ella creó este proyecto en 2013 y considera que «cada vez es más necesario su desarrollo. Es fundamental fomentar que estos jóvenes puedan integrarse, conocer a otras personas, sentirse acogidos y dar visibilidad a su situación. Nosotros tratamos de hacerlo con un proyecto socioeducativo que los empodere».

Zendrera indica que la travesía se apoya «en su propio método educativo, con un foco puesto en el aprendizaje en valores como pueden ser la superación, el esfuerzo, el trabajo en equipo o el liderazgo y el cuidado del medio ambiente».

En este sentido, apunta que «cada día, uno de los jóvenes es el responsable del grupo, de recoger los residuos que se encuentren en el camino o de ayudar a organizar las actividades. Otra de las características que más llama la atención es el fomento de los momentos en silencio. Promovemos un buen rato de silencio cada día en nuestras actividades, algo que nos conecta con la naturaleza y nos ayuda a fomentar el autoconocimiento. Tras el rato de silencio, tenemos un pequeño momento para compartir lo vivido».

De hecho, durante el recorrido, se celebran actividades para reflexionar y conocer el entorno natural y comunitario «con el fin de empoderar e impulsar el talento de los jóvenes». Así, tienen lugar los llamados foros sociales durante el recorrido, como el que mañana, día 20, tendrá lugar en la localidad navarra de Zabaldika, coincidiendo con el día del Refugiado.

En relación a la marcha, Carmen Garrido, presidenta de la transpirenaica, explica que «contamos con la participación de voluntariado corporativo, entidades colaboradoras y representantes de diversas instituciones. Nuestro compromiso con la naturaleza se plasma durante el camino con acciones de ploggin –combinar la retirada de residuos de la naturaleza con la práctica deportiva- de la mano de la Fundación Kilian Jornet y reflexiones sobre valores vinculados a los Objetivos del Desarrollo Sostenible».

Además, toman parte más de veinte entidades sociales de los territorios por los que discurren los Pirineos.

Las plazas para asistir a la travesía y colaborar en ella son limitadas, pero la entidad organizadora ha activado un crowdfunding con el que todos los interesados pueden contribuir al desarrollo de esta iniciativa.