El Gabinete de Estudios de ELA ha presentado este martes en Bilbo el informe ‘La vivienda en Hego Euskal Herria: un derecho en manos del mercado’, donde además de analizar la situación actual se recogen propuestas para garantizar el derecho a una vivienda digna.

«El problema del acceso a la vivienda, lejos de solucionarse, es cada vez más grave. Muestra de ello es que los precios de compra y alquiler siguen creciendo, que estamos viviendo una nueva burbuja con el alquiler de habitaciones, que en 2022 hubo 1.000, y que está aumentando el problema de la turistificación y el número de personas sin hogar», ha señalado a modo de resumen Aitor Murgia, autor del dossier.

Así, ha especificado que las cuatro capitales de Hego Euskal Herria están entre las diez más caras del Estado español, donde Donostia es la más cara, con un precio de 5.152 euros el metro cuadrado. Murgia también ha señalado que los precios del alquiler «no paran de subir y el esfuerzo que las personas tienen que hacer para alquilar una vivienda es cada vez mayor».

«No hay prácticamente opciones de alquilar un piso derivando el 30% del salario medio en las capitales de Hego Euskal Herria», ha denunciado, al tiempo que ha explicado que no hay viviendas habitables en alquiler por menos de 600 euros, el 30% del salario medio.

Ante esta imposibilidad, ha subrayado que la única opción de emancipación, especialmente para los jóvenes y personas migrantes, es «compartir piso». «Ante la escasa oferta de vivienda en alquiler y la mayor demanda de alquiler de habitaciones, los precios superan en muchos casos los 1.000 euros mensuales. No es de extrañar que la edad de emancipación de las y los jóvenes se acerque a los 30 años», ha incidido.

70.000 viviendas vacías

Por su parte, Leire Gallego, responsable de Acción Social de ELA, ha denunciado que haya 70.000 viviendas vacías, «mientras muchas personas no pueden emanciparse o acceder a una vivienda». «Hay más del doble de viviendas vacías que viviendas en alquiler social», ha destacado.

Otra cuestión que ha abordado es la de los desahucios, que superan los mil casos anuales, según el estudio del sindicato. «Sin embargo, muchos medios de comunicación se centran en el tema de las ocupaciones. Las ocupaciones, especialmente las de delito de allanamiento, son un problema residual en Hego Euskal Herria», ha denunciado, mientras ha destacado que «en los últimos diez años, se han duplicado el número de personas que no tienen un hogar».

Gallego también ha hablado del problema de la turistificación de las ciudades, que cada vez va comiendo más terreno al parque de viviendas de uso habitual.

Cambio de modelo

Finalmente, Mikel Noval, responsable del Gabinete de Estudios, ha señalado que un cambio de modelo en las políticas de vivienda es posible, con el ejemplo del movimiento popular Alda, en Ipar Euskal Herria: «en menos de tres años han conseguido mejoras importantes como la compensación en viviendas de uso turístico o victorias en las elecciones de inquilinos de vivienda social. Las sociedades avanzan, en gran medida, gracias a la movilización social y a este tipo de organizaciones, ya que sin ellas la clase política no legislaría igual».

En este sentido, las propuestas de ELA pasan por «entender la vivienda como un bien social y no como un bien especulativo». Así, el sindicato ha propuesto diferentes medidas: «garantizar por ley el derecho subjetivo a la vivienda, impulsar el alquiler frente al modelo de compra-venta, la limitación de los precios del alquiler, obligar a destinar las viviendas desocupadas a alquiler, paralizar los desahucios, la limitación y control de las viviendas turísticas y aumentar el gasto público en vivienda al 2% del PIB».