Mai Garde sustituye a Tito Iribarren como directora deportiva del fútbol femenino de Osasuna y lo hace tratando de quitar responsabilidad al primer equipo, cuyo reto, año tras año, es subir a la máxima categoría.

«Es cuestión de seguir creciendo, que lo hemos hecho muchísimo en los últimos años. Marcarse el ascenso como objetivo es una mochila que nos hace daño y hay que quitársela porque nos lastra mucho», ha indicado.

Una de sus primeras tareas va a ser elegir quién va a dirigir a ese primer equipo. «Estoy manejando opciones, que las trasladaré a la junta y entre todos decidiremos. Tiene que ser gente de Navarra, que sienta a Osasuna y que sepa dónde entra», ha avanzado.

Interpelada por posibles candidatos, se le ha nombrado a Josu Domínguez, un técnico con un importante bagaje en el fútbol femenino navarro y que encajaría con el perfil que se busca.

«Le tengo mucho cariño y dispone de una trayectoria muy importante, estuvo en Lagunak e hizo muchas cosas... Hay algún candidato más y en los próximos días tomaremos una decisión, no creo que tardemos mucho», no se ha querido mojar.

Mai Garde ha apostado por una línea continuista. «No es cuestión de hacer nada muy diferente, sí que es un cambio de ciclo, pero el proyecto del club sigue igual, es el camino que tenemos que seguir. Habrá alguna salida, pero la idea es mantener el bloque», ha declarado.

La hasta ahora coordinadora del fútbol base ha reconocido que «tengo muchas ganas de empezar» y de hacerlo bien «en esta oportunidad única que me brinda el club». «Evidentemente, me veo preparada y prometo trabajo, trabajo y más trabajo», ha avanzado.

En este sentido, ha valorado que su experiencia siguiendo semanalmente encuentros de las diferentes categorías y el conocimiento de cómo funciona Osasuna –seis años de jugadora y dos de coordinadora– son uno de sus puntos fuertes para hacer una buena labor en su nueva responsabilidad.

Así, ha resaltado el importante crecimiento del fútbol femenino navarro en los últimos años. «Especialmente en las categorías de benjamines y alevines, el nivel y el número de fichas han subido mucho y ya se trabaja muy bien desde la base, cosa que antes no ocurría. Es una cosecha de la que Osasuna se puede aprovechar en un futuro», ha acotado.

Se deja aconsejar

Aparte de los frutos que pueda aportar la cantera, Mai Garde también tendrá que tomar decisiones ante posibles incorporaciones. La de Mendiorotz entiende que el haber sido una figura destacada del fútbol femenino navarra puede facilitar dicha tarea.

También recibir consejos de otras personas que desempeñan su mismo ocupación, como puede ser el caso de Braulio Vázquez en el área masculina. «Soy una persona que se deja aconsejar de la gente que sabe y en ello ya me estoy apoyando, entiendo que es de inteligentes dejarse ayudar y estoy segura de que me van a echar una mano», ha asegurado.

Ha destacado la labor realizada por su predecesor, Tito Iribarren, quien «tiene mucha parte de culpa de todo lo que hemos vivido estos últimos años» y cuya salida ha sido una decisión propia.

«Hace aproximadamente unos 8-10 días nos comunicó que necesitaba un poco de espacio, descansar. Nos sentamos y negociamos su salida», ha relatado César Muniain, presidente de la Fundación Osasuna Femenino.

«Aprovecho la ocasión para agradecer su trabajo y el de los diversos cuerpos técnicos y jugadoras que han pasado por el equipo en estos últimos ocho años y le han hecho crecer, una travesía dura y difícil, pues sabemos lo complejo que es el fútbol femenino», ha indicado.

Muniain ha manifestado que «teníamos claro que la mejor opción para sustituirle era Mai Garde, jugadora de casa, osasunista desde pequeña. Era una buena ocasión para intentar darle un aire nuevo a Osasuna Femenino y estamos muy ilusionados con este cambio de ciclo».