Joseba Iturria
Periodista deportivo. Real Sociedad y ciclismo

Cofidis vivió la fiesta nacional... vasca al ritmo del ‘Unbleble’ de Ion Izagirre

El de Ormaiztegi lideró la celebración de su victoria y todos sus compañeros e integrantes del staff brindaron con el cántico en euskera al que recurre tras todos sus triunfos. Tanto él como sus directores vascos, Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia, transmiten su alegría tras un día emotivo.  

Ion Izagirre, entre los dos directores vascos del Cofidis en el Tour, Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia, transmiten en la salida de la etapa en Châtillon-Sur-Chalaronne la felicidad del equipo tras el triunfo del día anterior.
Ion Izagirre, entre los dos directores vascos del Cofidis en el Tour, Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia, transmiten en la salida de la etapa en Châtillon-Sur-Chalaronne la felicidad del equipo tras el triunfo del día anterior. (Joseba ITURRIA)

El autobús del Cofidis fue el primero en llegar este vierne a la salida de Châtillon-Sur-Chalaronne con la resaca de una noche inolvidable. Mientras en todos los pueblos de la zona se lanzaban fuegos artificiales para comenzar la fiesta francesa, en su hotel se festejaba la vasca y se brindaba en euskera al ritmo del Unbleble de Ion Izagirre.  

El director del equipo, Bingen Fernández, cuenta a NAIZ que «después de cenar lo celebramos con champagne, que aquí en Francia se hace mucho eso, y luego Ion hizo su ‘Unbleble’ y todos lo seguimos y, sobre todo, los franceses. No sabían qué decir, pero les dijimos que repitieran lo que decía Ion y quedó muy bonito. Es un líder tranquilo. Todos están felices, él siempre da mucho y sus compañeros agradecen los detalles que tiene y que Ion ganara fue bonito dentro del grupo porque es muy querido en el equipo».

Ion Izagirre explicaba a NAIZ que «cuando gano, que tampoco son muchas, suelo cantar la canción de fiesta ‘Unbleble’ para motivar a los compañeros y a los amigos y así lo celebramos. Hice la fiesta un poco de casa». Reconocía que apenas pudo dormir «sobre todo por los mensajes que recibí. Aún tengo el whatsapp en llamas, intenté responder a la mayoría, pero no pude. Con la adrenalina de la victoria y esa felicidad no tenía sueño y se me ha pasado la noche rápido, sin dormir mucho, pero no me importa porque me voy a tomar el día tranquilo. Queda mucho y espero seguir en esta dinámica».

Mientras hablamos viene Omar Fraile y le felicita. Ha recibido el cariño de un pelotón en el que es querido: «Sí, lo noto, tanto ciclistas, como amigos y la gente que conozco desde hace mucho, que siempre han estado detrás apoyando y en días como esos se notan mucho los mensajes de apoyo». Pero en su victoria sobre todo tuvo en mente a su hija Iraia: «Casualidad o no, era su cumpleaños e intenté que le llegara de esa manera celebrando la victoria tirándome de las orejas y levantando cuatro dedos, los años que cumple, porque sabemos que muchas veces nos perdemos esos momentos por nuestro trabajo y fue mi regalo hacia ella».

Lágrimas del presidente del Cofidis

Bingen Fernández recuerda que entre las llamadas que recibió Ion Izagirre hubo una especial: «Normalmente el manager tiene los mensajes de felicitación de los sponsors, pero esta vez nada más empezar la cena el presidente del equipo Cofidis, que estuvo con nosotros en el inicio del Tour, le llamó a Ion, llorando, muy emocionado, sin poder hablar apenas. Ha sido muy bonito porque tras quince años intentándolo, ganar dos veces y de la manera que lo hizo Ion, fue muy bonito».

El de Bermeo añadía que «darle una victoria así a un patrocinador que lleva desde 1997 es muy bonito, hemos tenido muchas llamadas y mensajes de otros equipos porque se alegran que uno que ha estado tantos años gane, siempre nos deseaban que ganáramos, y éste lo conseguimos. Contentos los patrocinadores, nosotros y mucha gente del pelotón».

Bingen Fernández no olvidará los últimos kilómetros vividos con Ion Izagirre: «Nos dejaron pasar una vez y ya le dije “mira, Ion, si nos han dejado pasar es que el hueco es grande, nos quedan cuatro kilómetros. Nunca se sabe porque puede haber una avería, un pinchazo y hay que seguir apretando hasta el último kilómetro para, a partir de ahí, disfrutar los últimos metros”. Y así fue. Fantástico».

Añadía que «siento tranquilidad después de ganar, desinflado porque tienes toda la tensión de la carrera y sabes que Ion, sobre todo, se merecía esta victoria. Ahora siento una tranquilidad y una pérdida de presión, te quedas aliviado, pero somos competitivos. Ganas una vez, pero intentas repetir, hemos estado con la misma mentalidad que el primer día. Tienes un punto de relajación por haber ganado, te da más tranquilidad y eso ayuda a lograr otra victoria».

La alegría de Gerrikagoitia

En la misma línea el segundo director, Gorka Gerrikagoitia, señalaba a GARA que «si una era la leche, dos son la releche, estamos supercontentos. Ya dijimos que una vez ganas una etapa se abre la puerta para la segunda y ése era el objetivo. Sabíamos que Ion tenía piernas, Martin también ha estado ahi. Estamos haciendo un Tour brillante con una segunda victoria impresionante. Ha sido capaz de atacar con esas piernas en la última subida y llegar hasta meta con un grupo perseguidor que no estaba lejos y ha podido mantener la ventaja».

Destacaba su mejoría en la carrera: «Hablábamos con él, en la etapa de Puy de Dôme tuvo unas piernas impresionantes, pero no pudo estar en la fuga. En la de Pello tambien la perdió… Ha tenido demasiada ansiedad por querer estar en las fugas porque sabía que tenía piernas, pero no corría de una manera inteligente. Esta vez ha demostrado esa inteligencia que tiene, ha sabido filtrarse en los cortes en vez de enseñar mucho la cara y ha sido capaz de rematar siendo el más fuerte y el más inteligente».

Sobre el movimiento clave de Guillaume Martin explicaba que «sabíamos que mejor dos que uno en la escapada, ha sido un grupito numeroso con quince corredores. Han tenido que rodar porque detrás no han dejado que la fuga se fuera porque estaba Pinot a nueve minutos en la general, también Martin a once. Sabíamos que la victoria se iba a jugar en la última subida, que era una cuestión de piernas, y que era importante tener a dos corredores y para Martin ganar tiempo porque su pelea es la general, aunque sabemos que es difícil».