Alessandro Ruta

El príncipe y «Juanito»

Ha desatado polémica la serie de Netflix ‘El príncipe que nunca reinó’, sobre Vittorio Emanuele de Saboya y sus problemas con la Justicia. En el último capítulo deja caer también su verdad sobre la muerte de Alfonso, el hermano del emérito español. ¿Parte del guión o casualidad?

Vittorio Emanuele de Saboya, en un fotograma de la serie.
Vittorio Emanuele de Saboya, en un fotograma de la serie. (Netflix)

Entre nobles se entienden mejor. «Juanito la ha liado gorda: fue él quien mató a su hermano». Uno normalmente ve una película o una serie de televisión para disfrutar del contenido y a veces al final lo mejor está después del «postre», cuando todo parece haber acabado.

‘El principe que nunca reinó’ ha sido en Italia el producto más visto en Netflix en las últimas semanas. Este documental se ocupa de los problemas con la Justicia de Vittorio Emanuele de Saboya, hijo de Umberto II, el último rey del país transalpino.
Curiosamente el mayor lío que tuvo fue bastante parecido al de Juan Carlos de Borbón, un supuesto accidente manejando un rifle.

En agosto de 1978 el Saboya, mientras estaba de vacaciones en la isla corsa de Cavallo, para acabar con los ruidos molestos de un grupo de jóvenes que al parecer estaban utilizando sin permiso su lancha, comenzó a disparar en la oscuridad con un rifle.

El caso es que una bala sobrepasó la lancha e hirió de gravedad a Dirk Hamer, un chaval alemán que estaba dormido en su yate. Era hermano de Birgit, una de las personas que estaban molestando a Vittorio Emanuele.

Hamer, convaleciente de una herida que le provocaría la muerte. (Wikimedia Commons)

Hamer no murió en el momento de puro milagro, puesto que el disparo le segó la femoral. Pero las heridas acabarían con su vida en diciembre de aquel mismo 1978, después de casi 20 operaciones y 3 amputaciones.

«Disposición provisional» hasta 2002

La serie ‘El principe que nunca reinó’ se fija sobre todo en el accidente de Cavallo, aquella isla de Córcega donde los italianos «reinaban» en los 70, una especie de enclave exclusivo familias muy ricas. Nobles incluidos, por supuesto. Vittorio Emanuele tendrá otros problemas con la Justicia pero para la historia se ha quedado este asunto de Cavallo.

Todo es muy complicado en esta historia. Para empezar, el hecho ocurrió en la absoluta oscuridad, con pocos testigos. En segundo lugar, el supuesto culpable Vittorio Emanuele era un italiano exiliado, precisamente en Suiza. Residía en Ginebra junto a su mujer Marina y a su hijo Emanuele Filiberto después de la «disposición provisional» introducida en la Constitución italiana de 1948.

En la ley fundamental del Estado se ordenaba el exilio para cualquier heredero masculino de los Saboya, una familia que había manchado definitivamente su honor apoyando al fascismo. Como hemos visto, Vittorio Emanuele era hijo de Umberto II, el «rey de mayo», así llamado porque había estado en el trono solamente unos días en 1946, después de la abdicaciòn de su padre Vittorio Emanuele III y antes del referéndum que establecería en Italia la república.

Un detalle absurdo y muy italiano: cuando Umberto II de Saboya se dio cuenta de que la monarquía había perdido, se fue a Cascais (Portugal) sin abdicar. Es decir, según los monárquicos durante décadas aquella decisión constitucional, la transformaciòn del Estado en una república, estaba afectada de un grave error jurídico y en cualquier momento Umberto hubiera podido volver a reclamar su trono. Sin embargo la «disposición provisional» lo mantendría fuera de las fronteras italianas hasta su muerte.

Desde 2002 los herederos masculinos de los Saboya sí han podido volver finalmente a su casa, a su patria. El más televisivo de ellos ha sido Emanuele Filiberto, que ha ganado en una edición de ‘Bailando con las estrellas’ y ha participado también en el Festival de San Remo con la canción ‘Italia amore mio’. Todo bastante surrealista, sinceramente.

A Portugal

A Portugal se fue pues toda la familia Saboya, incluso el joven Vittorio Emanuele que tenía entre sus amigos a los Borbones, que iban de vacaciones también allí. Dos de ellos, Juan Carlos y Alfonso, habían nacido además en Roma y hablaban perfectamente italiano. Como pasatiempo, explica el noble italiano al final de la serie en un off the record, «íbamos a disparar a unas latas, a unas botellas, en la playa».

«Yo estaba allí», ha dicho el Saboya zanjando en un «off the record» un tema objeto de debate durante décadas

¿Y qué pasó con Juan Carlos, o mejor dicho, «Juanito»? «Yo estaba allí –recuerda el Saboya–. Disparó a su hermano y lo mató. No le disparó de manera directa, sino a través de un armario. Fue todo por casualidad, sin duda un accidente».

Consecuencias: «Franco llamó a su mejor embajador pidiéndole que se llevase enseguida a Juanito a España. ‘Le voy a hacer rey’».

Así termina el documental. Un minuto y pocos segundos de declaraciones de una gran figura de la nobleza europea para echar a la basura versiones oficiales y arrojar más luz sobre años y años de suposiciones, insinuaciones, indicios... Un minuto y pocos segundos mucho más interesantes, con todo el respeto, que los tres episodios de la serie.  

Las frases han desatado gran polémica y han tenido la respuesta inmediata de la directora de ‘El príncipe que nunca reinó’, Beatrice Borromeo: «Hubiera podido cortar ese ‘off the record’, pero no. Ademàs Vittorio Emanuele lo había afirmado más de una vez».

Juan Carlos de Borbón y su malogrado hermano Alfonso, junto a su padre. (Kutxa Fototeka | Wikimedia Commons)

Pero claro, dejarlo así supone quizás abrir la puerta a otro documental sobre aquel caso de «Alfonsito» de Borbón. El esquema del suspense es muy de Netflix, ligando episodio tras episodio mediante la técnica del binge-watching hasta consumir una serie de un golpe.

Beatrice Borromeo, además, es una mujer bastante conectada con la nobleza europea. A pesar de ser periodista nació en una familia de antigua sangre azul y es la nuera de Carolina de Mónaco. Su marido es Pierre Casiraghi, hijo de la hermana de Alberto. Nobles se entienden mejor con nobles.

Por cierto, Vittorio Emanuele de Saboya sería declarado judicialmente no culpable por la muerte de Dirk Hamer.