Ramón Sola

Junts toma posición ante la eventual negociación con Sánchez: «Responsabilidad y coherencia»

La opción de que Pedro Sánchez siga en La Moncloa pasa por varios requisitos, pero sobre todo uno muy difícil: lograr la abstención de los siete diputados de Junts. Desde esta formación se evitan de momento mensajes tajantes. Esto es lo que han dicho Carles Puigdemont y Miriam Nogueras.

Puigdemont interviene desde el exilio ante la candidata Nogueras, en el acto final de campaña de Junts.
Puigdemont interviene desde el exilio ante la candidata Nogueras, en el acto final de campaña de Junts. (Europa Press)

Los siete diputados de Junts tendrán la llave final de la investidura de Pedro Sánchez si el líder del PSOE se anima a intentarlo. Y también la tendrán para lo contrario: forzar nuevas elecciones, con el riesgo de que ahora sí la derecha logre alcanzar La Moncloa. Todo un dilema de alto riesgo para el partido independentista catalán, que en estas primeras horas ha evitado mensajes tajantes en uno y otro sentido.

A última hora de la noche del domingo, el president en el exilio y principal líder de Junts, Carlos Puigdemont, ha lanzado este mensaje en redes.

 

 «Aviso a todos los ‘expertos’ que siempre saben lo que tiene que hacer Junts», advierte Puigdemont: «Junts no debe nada a nadie que no sean sus votantes. Tampoco a politólogos espabilados, ni a tertulianos diversos, ni a seudónimos de Twitter, ni a apologetas de la abstención. Nuestros votantes, nuestro programa, nuestros compromisos, han sido y son las referencias de nuestra acción política. Nos debemos a ellos».

Recordando la investidura por la mínima de Sánchez enero de 2020 y el desarrollo posterior de la legislatura, Puigdemont argumenta que «por eso no apoyamos la investidura de Sánchez, ni sus presupuestos, ni sus reformas-trampa; por eso no hemos estado en la farsa de la mesa de diálogo ni hemos pactado los indultos, por eso hemos salido del Govern de la Generalitat, por eso el PSC ha pactado con el PP para quitarnos la alcaldía de Barcelona y por eso no hemos pactado las diputaciones con el PSC».

«Agradezco mucho el esfuerzo de tanta gente que nos ayuda a mantener la posición, pese a las dificultades crecientes», añade el president exiliado ante la represión al referéndum de 2017. «No somos infalibles, no siempre acertamos», admite, pero añade que «podemos presentar un alto grado de responsabilidad, coherencia y fidelidad, que explica nuestra resiliencia pese a la pérdida de votantes y un diputado».

El mensaje va en la línea de lo que expuso en la noche de este domingo la cabeza de lista por Barcelona y diputada reelecta, Miriam Nogueras, remarcando que no harán presidente a Sánchez «a cambio de nada» e insistiendo en que la prioridad absoluta es Catalunya.

«No me temblará en absoluto el pulso en seguir manteniendo la posición. No haremos presidente a Sánchez a cambio de nada. Nuestra prioridad es Cataluña, no es la gobernabilidad del Estado. No nos moveremos ni un milímetro. Nosotros sí tenemos memoria», subrayó Nogueras en rueda de prensa junto a otros dirigentes, entre los cuales la presidenta del partido, Laura Borràs, y el secretario general, Jordi Turull.

«Pedro Sánchez tiene muchos deberes pendientes con Cataluña, no le debemos nada», añadió la candidata de Junts, que ha aprovechado su intervención para enviar un abrazo a Puigdemont y también al líder de TriasxBarcelona, Xavier Trias, tras recordar que el PSC sumó sus votos con PP y comuns para evitar que fuera alcalde.

Más duro ha sido el mensaje este lunes por la mañana del secretario general de JxCat, Jordi Turull: «No veo la investidura por ninguna parte ahora mismo».

En declaraciones a RAC1, Turull ha emplazado además a ERC y al resto de fuerzas independentistas, cuyos votos son decisivos para decantar mayorías en el Congreso, a aprovechar esta oportunidad para «rehacer la unidad estratégica» y plantear juntos unas condiciones a Sánchez, que deben pasar por «amnistía y autodeterminación».

Otros requisitos... o elecciones

Lograr luz verde de Junts sería en realidad el último paso necesario para Sánchez, en un proceso que llevará su tiempo tras este 23 de julio. Aunque el Congreso se ha simplificado con la desaparición de fuerzas como Más País, Compromís... (integradas en Sumar) y también CUP, Más Teruel o PRC, el líder del PSOE necesitaría el sí de PNV, ERC y EH Bildu, además de la postrera abstención del partido de Puigdemont y Nogueras. Solo así superaría los 170 noes que acumularán sin duda alguna PP, Vox y UPN, quizás 171 con Coalición Canaria.

En la investidura de 2020, el PNV votó a favor de Sánchez pero EH Bildu y ERC se abstuvieron, algo que entonces bastaba para darle acceso a Moncloa. Junts se situó en contra.

Si Sánchez no lograra la investidura, o ni siquiera la intentara, se producirá una repetición electoral que ya empieza a ser muy habitual en el Estado español. Ocurrió en el ciclo 2015-16, puesto que en el primer intento nadie logró mayoría, y en aquel caso terminó con la investidura de Mariano Rajoy. Y se repitió en 2019, con elecciones sucesivas en abril y noviembre que acabaron dando el cargo a Pedro Sánchez tras el acuerdo con Unidas Podemos.

Para voces como el exdiputado vasco del PSOE Odón Elorza, el escenario creado desembocará en repetición electoral sin duda alguna.

 

Entre medio ya aparecen opinadores que abogan por una gran coalición o al menos un acuerdo implícito entre PP y PSOE, que dados los resultados pasaría por tener a Núñez Feijóo como presidente. El líder de la derecha ya ha dicho que lo intentará, pero más bien «por obligación» que por tener opciones.

En campaña, el expresidente español y exlíder del PSOE Felipe González ya apostó por dejar paso a la lista más votada, pero su sucesor José Luis Rodríguez Zapatero lo descartó totalmente. Los antecedentes de Pedro Sánchez también invitan a desestimar esta opción, porque en su día se negó a dar paso a Mariano Rajoy como planteaban muchos desde Ferraz. Su reiterado «no es no» se hizo muy popular.