Desde el pasado viernes se está disputando en el frontón Ogueta de Gasteiz el Torneo Virgen Blanca de pelota a mano, en plenas fiestas de la ciudad. Tras la victoria el viernes de Peña II y Albisu sobre Larrazabal y Mariezkurrena (22-17), la cancha gasteiztarra ha acogido este domingo la segunda semifinal entre Ezkurdia-Zabaleta y Altuna III-Martija, con victoria para los azules (20-22).

Sin embargo, más allá del bonito duelo entre dos de los mejores delanteros, la imagen de la jornada la ha protagonizado el personal de seguridad del frontón Ogueta al acercarse a un aficionado para tratar de retirar una banderola de ‘Etxera’ que había colocado previamente en las gradas.

Tras mediar algunas palabras, la bandera reivindicativa a favor de los derechos de los presos políticos vascos ha quedado en su sitio. Quizás porque al percibir lo ocurrido buena parte de la grada ha coreado gritos de ‘Etxera, etxera’.

No es la primera vez que el dispositivo de seguridad de una área deportiva trata de retirar alguna banderola reivindicativa o de simbología vasca. En El Sadar, por ejemplo, retiraron la ikurrina y la bandera de Nafarroa durante un partido liguero de Osasuna frente al Mallorca. Posteriormente, y tras una investigación interna de la entidad rojilla, el encargado del dispositivo de Seguridad fue apartado de su puesto.

Más reciente ha sido la trifulca entre una concejala de EH Bildu de Lizarra y de la Policía municipal por mostrar una ikurriña durante el chupinazo que daba inicio a las fiestas de la localidad navarra.

El Ogueta es un frontón de titularidad municipal. La nueva alcaldesa, Maider Etxebarria (PSE), se estrenó en el cargo trasladando a la Fiscalía un brindis por los presos en fiestas de Judimendi, apenas cuatro días después de ser proclamada alcaldesa. «Nos parece absolutamente repugnante que a estas alturas nos encontremos con una cuestión relacionada con el enaltecimiento de miembros de ETA», dijo Etxebarria.