¿Qué se siente al ser la encargada de dar el pregón?

Mucha emoción, te sientes honrada porque te lo pidan a ti. Cuando me lo dijeron, lo primero que le pregunté a la alcaldesa fue ‘¿por qué yo?’. No me lo habría imaginado nunca. Es lo que siempre se dice, pero estoy muy agradecida y emocionada. Al prepararlo sentí muchas emociones al mismo tiempo que no sabría describir.

¿Cómo fue el proceso de elaborarlo?

No tuve mucho tiempo para escribirlo porque no me lo comunicaron con demasiada antelación. Además, a la hora de escribirlo, como he dicho, te vienen muchas emociones a la vez y plasmarlo en el papel no es fácil. De repente, miraba para atrás y empezaba a pensar en las fiestas de toda mi vida y al intentar plasmarlo en papel realmente se me hacía muy complicado.

¿Cuáles son las cosas tenía claro que quería mencionar en el pregón?

En lo que quería incidir es en que las fiestas de Gasteiz son muy horizontales, y en ellas cabe todo el mundo. Nos tenemos que abrir a la gente. Realmente Gasteiz es un cruce de caminos, como todos los lugares. Abrirse es parte de la riqueza de las personas y de los lugares. Ademas, también quería reflejar que las fiestas de la Blanca son muy populares. Las fiestas se hacen desde abajo, las hacemos entre todos.

Otra cosa que no quería dejar a un lado era que las fiestas no se sostienen solas, sino que hay muchas personas sujetándolas detrás de las barras, detrás de las txosnas, debajo de los gigantes, de los cabezudos, en el Gargantúa, en todo. Y en el día a día quienes sujetan muchas de las cosas son mujeres, por eso quería aprovechar para poner en valor el trabajo que llevan a cabo día tras día todas estas mujeres.

¿Que significan para usted las fiestas de Gasteiz?

Para mí son el inicio de las vacaciones. Son algo súper familiar también porque el 4 de agosto es el cumpleaños de mi hermano y, entonces, empezamos las fiestas comiendo todos juntos.

En el pregón también quería remarcar la importancia de la familia en estas fechas y por eso decidí hacer una visión retrospectiva desde mi infancia.

Además, creo que con el tiempo te das cuenta de que hay fiestas para todas las personas, a todas horas hay festejos. Desde las barracas, las txosnas, los monólogos de humor, las danzas de la plaza del Machete, las verbenas, los conciertos...

Ha mencionado que hay fiestas para todas las edades, ¿Ha notado que las fiestas han cambiado con el paso de los años?

En mi opinión, en esencia siguen igual. Para mí es igual si una neska se pone ‘brilli-brilli’ en la cara. Una neska se atará el pañuelo atrás con un nudo o con dos, o para un lado o para el otro. No siguen siendo iguales porque nada se mantiene igual. La vida es cambio y lo que no cambia se muere. Las fiestas tienen que estar vivas siempre y, en mi opinión, deben seguir siempre latiendo, igual que la sociedad.

¿Ha formado alguna vez parte de una cuadrilla de blusas y neskas?

No he salido en cuadrillas de blusas y neskas. Salía con mi propia cuadrilla. Salíamos vestidos de mezclas y a nuestro rollo. Luego veíamos el paseíllo, andábamos detrás de las cuadrillas. También he de decir que cuando yo salía más las cuadrillas solo eran de blusas, no había neskas. Por eso, en ese momento nosotras íbamos más por nuestra cuenta. Ahora tienen un papel mucho mas activo, gracias a todo lo que se ha luchado y se debe seguir luchando.