Los y las trabajadoras de Autoglas/Glavista, fabricante de parabrisas con planta en Laudio y que formó parte de Guardian hasta 2020, se han concentrado este jueves frente a la Casa Consistorial de la citada localidad alavesa para reclamar a «todas las instituciones y partes implicadas que se siente a trabajar para buscar una salida a esta situación que tiene a todo el mundo desconcertado y a 240 familias sufriendo desde hace ya ocho meses».
Según explican en un comunicado, «hace más de tres años Guardian decidió desprenderse de más de la mitad de su plantilla, vendiendo la división de parabrisas al fondo de capital riesgo Parter Capital». «240 trabajadores y trabajadoras pasaron a manos de un fondo buitre sin previo avisto y sin informar en ningún momento al comité de lo que estaba pasando», añadieron incidiendo en que Guardian «solo vendió las personas y las maquinas», conservando la titularidad de los terrenos y las naves.
«Pocos días después de vendernos salto a la prensa española el escándalo que Parter había matado en las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés. Otro desastre que pasaba a engrosar la lista de fechorías que el fondo buitre ya había cometido en otros países y por los que ya tenía causas abiertas. ¿Conocían estos antecedentes nuestros anteriores propietarios antes de arrojarnos a los tiburones?», preguntaron.
Concurso de acreedores en fase de liquidación
Y alertaron de que, «tres años después y ya bajo el nombre de Autoglas-Glavista, nos enfrentamos a un concurso de acreedores que acaba de entrar en fase de liquidación por una deuda de 17 millones de euros, de los cuales la mitas se la debemos a nuestros antiguos dueños, Guardian. Qué extraña casualidad, ¿verdad? ¿Despido en diferido?, ¿negocio redondo?».
«Nuestra situación actual es crítica. Un nuevo inversor ha puesto una oferta encima de la mesa para adquirir nuestra planta y continuar con la actividad. Según todas las partes consultadas (Ayuntamiento de Llodio, Gobierno Vasco, administraciones concursares...) este plan es viable y bien respaldado económicamente, siendo realmente beneficioso incluso para Guardian», apuntaron antes de advertir de que «cuando creíamos que todo se iba a solucionar, Guardian vuelve a aparecer en escena para anteponerse al proyecto presentado por el nuevo inversor, contando diferentes versiones de sus excusas en función de quién sea el interlocutor. En una palabra, mintiendo».
En este sentido, señalaron que «Guardian plantea una serie de excusas para oponerse que ya han sido desmontadas por las instituciones y los actores implicados». «Guardian está sola en esto y parece dispuesta a destruir 240 empleos si nadie lo impide. Nadie encuentra una explicación razonable a esta cerrazón del gigante norteamericano. A no ser que forme parte de una desintegración total de sus factorías en Llodio».