La emoción que sentía Izaro Lestayo, patrona de Tolosaldea, tras hacer el mejor tiempo en la primera jornada de la Bandera de La Concha se trasladó a la rampa del puerto de Donostia, donde un centenar de aficionados aguardaba la llegada de la trainera tolosarra.

Nada es definitivo. Estamos hablando de La Concha, en la que todo puede pasar, en la que el guion nunca es definitivo tras la primera jornada y menos aún si la ventaja es de apenas 18 centésimas respecto a Arraun Lagunak y Donostiarra y Orio están en menos de 4 segundos.

Pero no hay quien le quite la alegría a la trainera de Tolosa, entrenado por Ramón Erostarbe, tras imponerse a todos sus rivales en el primer domingo, un hito por el que venía luchando toda la temporada de la liga Euskotren pero en el que le faltó más ímpetu en los momentos clave. Ya demostró en Zarautz que era un rival a tener en cuenta –a pesar de su cuarto puesto en la general de la liga, siempre ha sido así– y lo ha certificado este domingo, en el largo de regreso, manteniéndose en su calle y apretando los dientes ante el empuje de las dos traineras locales.

Una emocionada Izaro Lestayo –expatrona de Getaria– atendía a los micrófonos de ETB, con su abuela en el recuerdo, y con una sonrisa imborrable. Tampoco podían esconder la sonrisa el centenar de aficionados que se acercaron a Donostia. Afición y equipo en la misma sintonía, la primera jornada de la Bandera de La Concha ha sido inolvidable para Tolosaldea.

También para Urdaibai, que ha impuesto la lógica a pesar de la buena regata de Hondarribia desde la primera tanda y desde la primera calle. El ‘Bou Bizkaia’ que ha llegado a la primera ciaboga con 12 segundos por detrás de ‘Ama Guadalupekoa’ ha logrado una remontada sinigual en el largo de regreso para concluir con victoria la primera jornada de La Concha, con apenas un segundo de ventaja sobre Hondarribia y más de cuatro a Donostiarra y Orio, quienes pelearán por la victoria en la tande de honor el día 10, en la regata definitiva.

Es por ello que la afición de Bermeo se ha hecho notar a la llegada del ‘Bou Bizkaia’ pero no han sido los únicos en rociar de alegría y emoción el puerto donostiarra. La afición fiel de Orio –que ha terminado a cuatro segundos del líder tanto en la regata femenina como en la masculina– ha recibido a su trainera cual campeones. Y es que eso es lo que transmite La Concha, la unión entre afición y equipo, victoria o no, el saber valorar el esfuerzo de las remeras y de los remeros, y la esperanza de que todo es posible en la segunda jornada, esa esperanza que aguardará hasta el día definitivo.

Por otra parte, hay quien pelea por la victoria, pero hay quien tiene como objetivo remar en La Concha, como es el caso de Kaiku, Hibaika o Zumaia en féminas y de Getaria, Ondarroa o Cabo en la categoría masculina. Un objetivo que también merece su reconocimiento.