No habría mejor manera de arrancar la competición en Asobal para Bidasoa Irun que superando al claro dominador del balonmano estatal desde 2010, un Barcelona ante el que la escuadra guipuzcoana ha competido en ciertos momentos con mucha solvencia, pero sin llegar a tumbarle.
Lo más cerca que estuvo de dar la sorpresa fue hace cuatro años cuando puso contra las cuerdas al conjunto azulgrana en la pista irundarra (23-26) y en Irun existe ahora la sensación de que la actual plantilla amarilla, con el apoyo de la grada, puede lograr la campanada.
Con una reducción presupuestaria impuesta a todas sus secciones, lo que no impide que siga siendo firme favorito en todas las competiciones, el Barcelona es consciente de ese riesgo.
No obstante, los de Antonio Carlos Ortega están dispuestos a meter miedo desde el inicio competitivo, como demostraron este miércoles en jornada adelantada frente a Helvetia Anaitasuna, al que apalizaron con un contundente 45-26.
Pese a ello, el equipo guipuzcoano ha terminado su pretemporada con buenas sensaciones, lo han ganado casi todo, salvo el compromiso amistoso con el poderoso Melsungen alemán y la final del torneo en Torrelavega donde cayó ante Ademar por la mínima. La afición está ilusionada y ha agotado las entradas para este encuentro.
El equipo irundarra, como toda la Asobal, se ha renovado y rejuvenecido para la presente temporada, en la que su aspiración es la de entrar en puestos europeos y la segunda plaza como máxima recompensa, ya que la primera parece reservada, salvo hecatombe, a su próximo rival culé.
Bidasoa ha fichado poco, pero bien, ha recuperado al pivote Esteban Salinas desde Granollers y conforma una dupla temible con su hermano Rodrigo, al que espera como su principal asistente en la línea de seis metros.
El pivote serbio y gran defensor procedente de la Metaloplastika, Marko Jevtic, el lateral Tito Díaz (antes en BM. Guadalajara) y el pasaporte al primer equipo del joven zurdo procedente del filial, Julen Mujika, son las principales novedades para este inicio de la temporada.
Resarcirse en Cuenca
Con la idea de resarcirse del duro marcador que sufrió en el Palau, Helvetia Anaitasuna viaja a otra cancha también harto complicada, como es la de Cuenca, equipo que finalizó el segunda posición el pasado curso.
«El nivel de exigencia al que nos va a obligar Cuenca siempre es máximo. Es un equipo con mucha experiencia, pero también estoy seguro que tienen algo más. Uno no queda segundo en liga solo con oficio», ha señalado su técnico, Quique Domínguez.
El preparador gallego no podrá contar con Torriko y Cancio para un envite en el que el cuadro navarro buscará sumar antes de jugar en casa el próximo viernes contra el Granollers el próximo viernes, en un inicio de Asobal muy complicado para los blanquiverdes.
Para Domínguez, «las sensaciones me sirven de poco o de nada. Me sirve competir bien y ver a mi equipo hacer las cosas que sabemos hacer. Que mi equipo juegue, entrene bien y salga a la pista convencido».