El jueves tendrá lugar el Pleno de Política General con el que arrancará el último curso parlamentario de esta legislatura. Como determina el reglamento de la Cámara, el lehendakari Iñigo Urkullu ha remitido a los grupos, y también a los medios de comunicación, el esquema de lo que será su intervención.
Siendo este el último discurso en este foro de su tercer mandato, que Iñigo Urkullu anuncie que comenzará su intervención recordando que «hace 10 años y nueve meses, el 12 y 13 de diciembre de 2012, celebramos la sesión de investidura en la que asumí el cargo de lehendakari por primera vez» y que sus dos grandes prioridades de entonces –consolidar el final de ETA y hace frente a la crisis de 2008– se puedan dar por cumplidas, podría hacer pensar en un final de ciclo de Iñigo Urkullu en Ajuria Enea.
Pero nada indica que esto vaya a ser así. De hecho, en el mismo discurso va a hacer referencia no solo al «cierre de compromisos» de esta legislatura, sino también haga «una mirada estratégica que se sitúe en el horizonte 2030-2040».
Iñigo Urkullu asegura en el resumen de su discurso que «tengo confianza en nuestras capacidades e ilusión por seguir avanzando en el escenario global en el que se dilucida nuestro futuro».
La afirmación la hace en el último párrafo del documento remitido a los grupos y en el contexto de que «la salud de nuestro autogobierno y nuestra capacidad de internacionalización serán claves para el futuro de nuestro país».
El lehendakari muestra el deseo de «lograr la participación de Euskadi en la Unión Europea». Aunque se centra en que «el Gobierno vasco lidera la defensa de los intereses del Eje Atlántico en Europa. Promovemos una iniciativa con la participación directa de las regiones y naciones atlánticas para hacer frente a la triple transición verde, digital y social. Estamos impulsando la propuesta de Macrorregión Atlántica. Estamos tejiendo alianzas y forjando consensos con instituciones y actores socioeconómicos de todos los territorios de la fachada atlántica europea en torno a ella».
El euskara, atacado en sentencias
Entre los aspectos que pueden resultar novedosos de este discurso, cabe apuntar la inclusión de las sentencias que se han dado en contra del euskara en los últimos tiempos, como uno de los ejes de la «erosión del autogobierno» que denuncia la parte del PNV del Gobierno de Lakua.
En concreto, Urkullu se referirá a la falta de «garantía de la lengua», afirmando que «no podemos obviar, dentro de estas formas de erosión al Autogobierno que, en los últimos años, algunos Tribunales están planteando un cuestionamiento intensivo de actuaciones administrativas en torno al euskera, una de las dos lenguas cooficiales de acuerdo al artículo 6 del Estatuto de Gernika».
El lehendakari también denunciará otras formas de menoscabo del autogobierno de la CAV como «la expansión de la hegemonía normativa estatal, incluso en aquellas materias cuya competencia normativa es exclusiva de Euskadi» y «la evolución de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que se muestra cada vez más restrictiva con el ejercicio competencial autonómico. Su función de arbitraje –asegura Urkullu– es motivo de cuestionamiento creciente». Además, criticará la falta de transferencias.
Resulta llamativo que en materia de autogobierno, el lehendakari afirme, considerando que el «autogobierno es la clave de bóveda de nuestro presente y nuestro futuro», que «el balance de los últimos cuatro años es ambivalente». Y es llamativo porque no ofrece ningún dato positivo de esta legislatura, ya que solo menciona «los progresos en el seno de la Ponencia de Autogobierno en la legislatura anterior» y añade que «no fueron suficientes para un acuerdo normativo, pero tengo la convicción de que sustentarán los consensos futuros».