El aclamado Cristi Puiu (‘Sieranevada’, ‘Malmkrog’) regresa al año 2020, latinizándolo para darle perspectiva histórica (el ‘MMXX’ del título). Con ello, el romanés se propone observar científicamente cómo la violencia del periodo atravesó incluso los intercambios sociales más básicos. Para ello, despliega cuatro largas conversaciones muy diferentes entre sí. Primero, construirá una fría sátira alrededor de los formalismos de una sesión de terapia y cómo estos son trastocados por el ego descomunal (aunque tambaleante) de una clienta. Luego liberará la cámara para meterse en las tripas de una casa donde estallan varios incendios a la vez, de mayor o menor escala, y que caen siempre sobre ellas. Tercer caso: un plano, dos líneas de miradas perdidas y una anécdota burbujeante. Finalmente, Puiu nos prepara un interrogatorio final en voz baja, que demuestra que lo casi verbalizado es infinitamente más poderoso que un griterío descomunal.

Puiu estudia cómo los trámites palpitan con violencia: a pesar de que el conflicto no siempre resulta visible, en su película todas las relaciones humanas aterrizan de forma abrupta e inexplicada. ‘MMXX’, como la genial ‘Malmkrog’, se nos queda grande. Arrastrados por el peso de una película para la posteridad, descubrimos de nuevo los abismos y las potencias ocultas tras el infravalorado género de la pieza de cámara, y volvemos a cuestionar nuestros límites como críticos… ¿Cómo desmenuzar una pieza totémica, que no espera nuestra comprensión o simpatía?